Mathieu van der Poel recuerda con buenas sensaciones la primera edición del Campeonato del Mundo de carreras de tierra. El holandés se hizo con el bronce el domingo en la Cittadella italiana y espera que esta disciplina sea muy popular en el futuro.
“Siempre es bueno hacer algo nuevo y ciertamente fue un éxito”, concluyó Van der Poel. “La forma en que lo organizaron ya fue un éxito para mí”.
La carrera cubrió 194 kilómetros a través de la región italiana de Veneto y consistió en un 73 por ciento de caminos de tierra. “Fue muy difícil”, dijo Van der Poel. “Una especie de combinación entre ciclocross y ciclismo de ruta. Puede convertirse en una buena disciplina en el futuro”.
“Se parece más a una carrera en ruta que al ciclismo de montaña. También es un poco más fácil que una carrera de bicicleta de montaña, porque puedes sentarte en tu bicicleta de la misma manera que lo harías en una carrera en ruta”.
Van der Poel superó a Greg Van Avermaet en el sprint por el tercer puesto. El holandés supo pronto que no quedaba más que una medalla de bronce.
El belga Gianni Vermeersch y el italiano Daniel Oss atacaron temprano y tomaron una ventaja de cinco minutos. Vermeersch finalmente logró el título mundial en solitario.
“Cuando los dos se lanzaron al ataque, nadie quería perseguirlos y tomaron una ventaja de cinco minutos”, dijo Van der Poel. “Ya estaba claro entonces que la batalla había terminado. Es por eso que no puedo estar más feliz que con el bronce. Ese fue el más alto alcanzable”.