En 2003 había en Flandes 378 piscinas, ahora sólo quedan 292. Brecht Warnez señala los elevados costes de construcción, funcionamiento y renovación, así como la dificultad que tienen los municipios para encontrar socorristas. Subraya que el apoyo actual de Flandes no es suficiente y aboga por un plan que garantice a todos los flamencos el acceso a una piscina o a un lugar para nadar a una distancia razonable.