La Seleçao salta al campo con el uniforme “total black” por primera vez. Africanos goleados por goles de Joelinton (en su debut), Rodrygo, Militao y Vinicius Jr. Gol de bandera de Diawara por Guirassy
Brasil liquida fácilmente a Guinea, pero primero gana el antirracismo. El desafío que se produce ante el Cornellà de Lobregat sirve para enviar un mensaje claro en el marco de la campaña contra el racismo lanzada en apoyo a Vinicius Jr, este año ha sido blanco de reiteradas ocasiones en los estadios españoles. Este es el motivo del doble uniforme que viste la Seleçao, totalmente negro durante la primera parte (primera vez en la historia) y verde y dorado en la segunda parte, con un lema impreso en el pecho: “Con el racismo no hay juego”. Los mensajes de sensibilización circularon antes del saque inicial, cuando los 22 jugadores sobre el terreno de juego se arrodillaron durante un minuto en apoyo a las víctimas de la discriminación racial.
Corte alto verde-dorado
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En cuanto al partido, Guinea se confirma como poco más que un sparring. En la Seleçao que monta Ramón Menezes, técnico interino destinado a permanecer así hasta el año que viene a la espera de Ancelotti, no hace falta forzar demasiado para doblegar a los rivales. Falta Neymar, pero Brasil salta al campo con la mejor formación posible y dos debutantes absolutos: el lateral Ayrton Lucas (Flamengo) y el centrocampista Joelinton (Newcastle), entre las notas más positivas de toda la velada. Este último también encontró el gol en su estreno, un remate desde unos pasos a un despeje corto de Koné que abrió el balón en el 26′. Es el gol que lanza la Seleçao rompiendo la resistencia de una Guinea hasta entonces atenta y ordenada. En el 4′ Rodrygo también dobló la ventaja verde-oro, fruto de una bonita combinación con Richarlison cerrada con un preciso derechazo al primer palo. El fogonazo de Guirassy en el 35′ (bonito cabezazo entre Marquinhos y Ayrton Lucas) premia la actitud proactiva de Guinea, que en ocasiones consigue asomarse por el lado de Ederson explotando las bandas laterales. Pero los sudamericanos volvieron a despegar al inicio de la segunda parte con un buen cabezazo de Militao tras una asistencia de Paquetà.
LA ESTRELLA
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Dado el contexto y la ausencia simultánea de Neymar, todas las miradas estaban inevitablemente puestas en Vinicius Jr., que para la ocasión lució sobre sus hombros la camiseta con el número 10. El estadio le reservaba pancartas, pancartas y sobre todo aplausos en cada partido, pero El delantero de la Real necesitó unos veinte minutos para repostar y entrar en el partido. Un buen remate de derecha en el 34′ que se marchó desviado fue la primera señal de su presencia sobre el terreno de juego. Definitivamente mejor en la segunda parte, cuando se movió con más soltura, colocando también dos serpentinas que permitieron a Richarlison y Rodrygo estar cerca del cuarto gol. En el 83 lo intentó todo él solo deslizándose en el área contraria entre dos rivales, pero le faltó una pizca de precisión. El que en cambio no falló en el minuto 87 para cerrar el resultado por 4-1 con un potente disparo desde los once metros, fruto de un penalti marcado por derribamiento de Malcom.
17 de junio – 23.46 h
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