Bolzano derrotado por Salzburgo en el juego 7, ¡pero qué entusiasmo!

Ante siete mil espectadores, el equipo del Tirol del Sur creyó en ello hasta el final antes de rendirse, derrotado 2-1 por los austriacos

Bolzano creyó hasta el final, luchó hasta el último segundo, pero al final de un partido 7 de la final de la liga de Hockey sobre Hielo, fueron los Red Bulls de Salzburgo quienes se llevaron la copa a casa, vengándose en el Final de un partido vibrante y táctico las dos derrotas sufridas en el pasado por los rojiblancos. Termina 2-1, con gol de Nicolai Meyer a los 18’12» del tercer tiempo, bueno desviando que someterá un remate de Chay Genoway que se burla del portero rojiblanco Sam Harvey.

Ciudad del hockey

Un final amargo, al final de una serie que Bolzano volcó de manera muscular, pues tras ganar 1-0 el partido 1 y perder el partido de vuelta en Salzburgo con el mismo resultado, los Red Bulls austriacos también se habían llevado los dos siguientes desafíos, ganando dos puntos de partido, que los Foxes fueron geniales cancelando. Primero el 4-3 en casa en un partido con el corazón fuerte que se decidió solo en la tercera prórroga después de que el empate austriaco llegara a solo 26” del final, luego nuevamente el 4-3 el martes en Salzburgo. Una remontada que encendió el entusiasmo en una ciudad que una vez más demostró ser la auténtica «ciudad del hockey», como reza el título del precioso documental realizado por Daniele Rielli que narra el recorrido del último al primer puesto en 2018. A expensas de Salzburgo . Los 7.000 tickets disponibles se quemaron en tan solo 3 horas, con solicitudes superiores a las 20.000 unidades. Cosas para corazones fuertes, como aquel desafío en el Foro milanés entre el propio Bolzano y Saima ante más de 11.500 espectadores, récord del hockey italiano, aquel 3-3 firmado por Rick Bragnalo que dio a los milaneses el primer campeonato de su historia.

Hults lo desbloquea

Un partido sentido de forma espasmódica por ambos lados, con una primera parte cerrada en tablas en la que, antes de buscar el camino al gol, tanto Foxes como Red Bulls se cuidaron sobre todo de no mostrarse demasiado. Es en la mitad central donde el juego comienza a calentarse. Por momentos, el Salzburgo parece ser capaz de llevarse el partido a mano, pero en cambio es Bolzano el que pasa, bueno para explotar la segunda superioridad numérica de la tarde. Con Peter Hochkofler en el banquillo de sancionados por aguantar, los Foxes son buenos maniobrando en su zona delantera, con Domenico Alberga encontrando libre a Cole Hults que apuñala al finlandés Atte Tolvanen desde la línea azul. Estamos a 6’08” y Bolzano se adelanta en un pozo de entusiasmo. El Salzburgo, en verdad, tiene la posibilidad de intentar volver a poner el resultado en pie de igualdad pero los de Matthew McIlvane son incapaces de explotar dos superioridades numéricas consecutivas. Cuando no son los jugadores de campo rojiblancos los que ponen en aprietos a los austriacos, Harvey, el portero canadiense de 25 años que bloquea peligrosos discos, se encarga de ello. La fracción central cierra el 1-0, con Bolzano sin poder explotar la tercera superioridad del partido.

última burla

Comienza el tercero decisivo, y el Salzburgo intenta empujar, mientras que el Bolzano se cuida sobre todo de no descubrirse a sí mismo. No es un buen partido, la final es poco probable, pero la tensión es muy alta. Prensa de Salzburgo, pero es Bolzano quien tiene dos veces la oportunidad de hacer doblete, primero con una combinación de Angelo Miceli y Matt Frattin que pierden el momento, luego gracias a una gran doble atajada de Tolvanen, que a los 9’40” salva primero a Daniel Frank. conclusión con la máscara, y luego rechaza la conclusión de Daniel Mantenido. Gol fallado, gol encajado, pase de 45 segundos y la ley del deporte castiga al Bolzano, con el Salzburgo agarrado a Thomas Raffl, uno de sus tótems, que sólo es pillado frente a Harvey. Estamos a las 10’25” del tercer tiempo y hay que rehacer todo. El Bolzano se aferra a alguna llamarada aislada, mientras el Salzburgo crece, tomando el control del juego. Hasta el epílogo final, ventaja de Meyer que intenta anular Bolzano, quitando también al portero por un sexto hombre de movimiento. Los Zorros presionan, cerrando Salzburgo, pero Tolvanen es muy bueno para decir siempre que no. Finaliza con los 350 aficionados del Salzburgo cantando «es ist so schön» y los 6500 rojiblancos aplaudiendo a su equipo. Fuera como fuera, para el entrenador Glen Hanlon y sus muchachos fue una aventura maravillosa.



ttn-es-14