Boeing se declarará culpable de fraude o enfrentará un juicio penal según la oferta del Departamento de Justicia


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Boeing debe declararse culpable de fraude grave o ir a juicio contra el gobierno de Estados Unidos como siguiente paso en un caso penal derivado de la explosión del panel de su puerta, según los últimos términos ofrecidos a la compañía por el Departamento de Justicia.

Según el posible acuerdo de culpabilidad, la aerolínea se declararía culpable de un cargo de conspiración para defraudar a los EE. UU. y pagaría una multa de 243,6 millones de dólares, la segunda sanción penal de este tamaño en el caso, según alguien familiarizado con el asunto.

La medida se produce después de que el Departamento de Justicia notificara a Boeing que había incumplido el acuerdo de procesamiento diferido que firmó en 2021 a raíz de los accidentes fatales del 737 Max de Lion Air y Ethiopian Airlines.

La notificación se produjo después de la explosión en el aire que aterrorizó a los pasajeros de un vuelo de Alaska Airlines a principios de este año.

El posible acuerdo, que fue comunicado a Boeing y a las familias de las víctimas el domingo, también requeriría que Boeing acepte un monitor designado por el gobierno, así como tres años de libertad condicional, dijo la persona familiarizada con el asunto.

Boeing tiene hasta el cierre de operaciones del viernes para responder al Departamento de Justicia, después de lo cual los tribunales estadounidenses deben ser notificados antes de la medianoche del domingo.

Boeing se negó a hacer comentarios. Paul Cassell, un abogado que representa a las familias de las víctimas de los accidentes del 737 Max, dijo que el Departamento de Justicia estaba “preparándose para ofrecerle a Boeing otro acuerdo favorable”.

Las familias “se opondrán enérgicamente a este acuerdo de culpabilidad” y “planean enviar pronto una objeción formal al Departamento de Justicia”, añadió.

Aceptar una declaración de culpabilidad podría generar preguntas sobre la capacidad de Boeing para conseguir contratos con el gobierno estadounidense, que constituyen una parte significativa de sus ingresos, una fuente de fondos cada vez más importante a medida que la empresa enfrenta altos costos en su división comercial.

La disputa legal se produce luego de que Boeing acordó comprar Spirit AeroSystems en un acuerdo que valora al proveedor de aerolíneas en 4.700 millones de dólares.

Boeing había escindido el fabricante de piezas en 2005, pero seguía siendo su principal cliente. La empresa ha afirmado que la recompra del proveedor de las aerolíneas aumentaría la seguridad en el proceso de fabricación.

Reportaje adicional de Steff Chávez en Washington



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