Boeing abre fábricas a clientes de aerolíneas mientras refuerza las inspecciones


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Boeing permitirá que las aerolíneas clientes de su avión 737 Max entren en sus fábricas para revisar sus procedimientos y, al mismo tiempo, realizará inspecciones de calidad adicionales, mientras el fabricante de aviones estadounidense busca contener las consecuencias de una rotura dañina en el fuselaje de un avión de Alaska Airlines hace 10 días.

La compañía también contratará a un tercero externo para revisar sus sistemas de gestión de calidad, además de desplegar un equipo para el proveedor clave Spirit AeroSystems, que fabricó e instaló el tapón de la puerta que explotó en el avión de Alaska en el aire en un vuelo desde Portland, Oregon.

El equipo inspeccionará la instalación de los tapones de las puertas por parte de Spirit y los aprobará antes de que las secciones completas del fuselaje se envíen a la fábrica del fabricante del avión en Renton, Washington.

Los equipos de Boeing también están inspeccionando más de 50 puntos más en los procesos de fabricación de Spirit, según un memorando enviado a los empleados por Stan Deal, director del negocio de aviones comerciales del fabricante de aviones.

Deal, un veterano de Boeing que se unió a la compañía en 1986, ha sido director de su negocio de aviones comerciales desde octubre de 2019. Asumió el cargo mientras Boeing lidiaba con las consecuencias de dos accidentes mortales de su Max 8 en 2018 y 2019.

Aunque el modelo en cuestión esta vez es el Max 9, la versión más larga del Max 8, el incidente ha vuelto a plantear dudas sobre los procesos de fabricación de Boeing y su control de calidad.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, que ha dejado en tierra algunos de los aviones 737 Max 9 del fabricante de aviones en espera de inspección, ha abierto una investigación formal sobre el incidente. Dijo el viernes que quería analizar los datos de las inspecciones de un grupo inicial de 40 de los aproximadamente 170 aviones en tierra antes de decidir si levantaría la prohibición de volar.

Si bien Boeing había tomado «medidas importantes» en los últimos años para fortalecer sus sistemas de gestión de calidad, el accidente de Alaska dejó claro que «no estamos donde necesitamos estar», afirma Deal en la nota.

«Con ese fin, estamos tomando medidas inmediatas para reforzar la garantía y los controles de calidad en nuestras fábricas».



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