Boeing trasladará su sede al área de Washington, DC desde Chicago, acercando a la compañía a los legisladores federales y contratistas de defensa rivales.
El grupo aeroespacial estadounidense dijo el jueves que trasladará su base a Arlington, Virginia, uniéndose a los contratistas militares Lockheed Martin, Northrop Grumman y General Dynamics en los suburbios de Washington.
“La región tiene sentido estratégico para nuestra sede mundial dada su proximidad a nuestros clientes y partes interesadas”, dijo el director ejecutivo Dave Calhoun en un comunicado.
La compañía también “planea desarrollar un centro de investigación y tecnología en el área para aprovechar y atraer capacidades técnicas y de ingeniería”, según el anuncio.
Aunque Boeing afirmó que «mantendrá una presencia significativa» en Chicago e Illinois, la retirada será un golpe simbólico para la ciudad, y los senadores estadounidenses del estado condenaron de inmediato la medida.
“La decisión de Boeing de dejar Illinois es increíblemente decepcionante”, dijeron los senadores Dick Durbin y Tammy Duckworth en un comunicado conjunto. “Estamos trabajando juntos para asegurarnos de que los líderes de Boeing entiendan lo dañino que será este movimiento y hagan todo lo posible para proteger a los trabajadores y empleos de Illinois”.
La medida se produce durante un período tumultuoso para Boeing. La compañía ha estado sujeta a un mayor escrutinio regulatorio luego de dos accidentes fatales de su jet 737 Max en 2018 y 2019 y el descubrimiento de fallas en su 787 Dreamliner. La producción de Dreamliner sigue detenida y hasta ahora le ha costado a la empresa unos 5.500 millones de dólares.
Boeing también reportó $1.200 millones en pérdidas en el primer trimestre derivadas de su programa de reemplazo del Air Force One, el avión presidencial de EE. UU. y la guerra en Ucrania.
Reubicarse en Washington es “un paso en la dirección equivocada”, dijo el representante Peter DeFazio, presidente del Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes, que emitió un informe en 2020 criticando a Boeing y a la Administración Federal de Aviación, el regulador estadounidense, por fallas en la seguridad.
“El problema de Boeing no es la falta de acceso al gobierno, sino sus continuos problemas de producción y las fallas de la gerencia y de la junta directiva que llevaron a los fatales accidentes del 737. Boeing debería enfocarse en fabricar aviones seguros, no en presionar a los reguladores federales y congreso”, continuó.
Las acciones de Boeing cayeron un 4 por ciento a 150,47 dólares el jueves en medio de una venta masiva de acciones estadounidenses.
La noticia del traslado de la sede fue reportada por primera vez por The Wall Street Journal.
Amazon anunció el establecimiento de una sede secundaria en Arlington en 2018, recibiendo $573 millones en incentivos relacionados. No estaba claro de inmediato qué incentivos, si los había, se ofrecía a Boeing.
Boeing trasladó su sede corporativa a Chicago en 2001, atraído por más de $50 millones en incentivos fiscales locales, luego de su fusión con McDonnell Douglas, entonces con sede en el Medio Oeste, en 1997. Boeing tuvo su sede en Seattle desde su fundación en 1916 hasta su reubicación en Chicago.
Boeing actualmente opera desde un rascacielos en el vecindario West Loop de Chicago, aunque solo alrededor de 500 de sus 140,000 empleados globales trabajan allí.
La oficina de la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, no respondió a una solicitud de comentarios.