Malas noticias para los conductores de un BMW, un Porsche o un Subaru. Investigadores del Reino Unido analizaron 400.000 accidentes de tráfico y se centraron principalmente en situaciones que implicaban “maniobras arriesgadas o agresivas”. ¿Qué resultó? Si una de las tres marcas mencionadas anteriormente estaba involucrada, era mucho más probable que esa conducción imprudente influyera que si, por ejemplo, un Skoda o un Hyundai causaran el accidente.
Los investigadores definieron el “comportamiento de conducción imprudente” como ignorar las luces rojas, conducir demasiado rápido e ignorar líneas completas o pasos de cebra. El hecho de que determinadas marcas de automóviles se vean implicadas con más frecuencia en este tipo de situaciones hace que los investigadores sospechen que el marketing influye. Por ejemplo, los fabricantes de BMW, Porsche y Subaru anuncian cada vez más que la conducción “orientada al rendimiento” es fundamental. “Mírame, rey de la carretera”, dijo Alan Tapp, profesor de marketing social en la Universidad del Oeste de Inglaterra y autor principal del estudio.
En el periódico británico El guardián explica cómo llegaron a esa conclusión. “Es el huevo o la gallina: ¿los conductores agresivos eligen ciertos autos o las marcas los empeoran?”, dice Tapp. “Sabemos que algunas marcas de automóviles gastan cientos de millones de dólares en todo el mundo cada año para promocionar sus automóviles con imágenes que, en algunos casos, implican sutilmente un vínculo entre su marca de automóvil y la conducción de alto rendimiento. Y también sabemos que el diseño de algunas marcas parece atraer a los conductores a quienes les gusta traspasar los límites de ese desempeño”.
Ese Subaru está en programas de televisión como Engranaje superior Ser presentados como coches con un motor potente, que allí fueron elogiados porque “parecen sacados directamente de un juego de Playstation”, refuerza esa imagen. Según el coautor Dan Campsall, los conductores de este tipo de marcas de automóviles reciben “señales contradictorias” sobre lo que se espera de ellos. “Aunque los fabricantes están introduciendo todo tipo de nuevas tecnologías para mejorar la seguridad, el conductor sigue siendo sólo un ser humano”.
Las marcas involucradas están de acuerdo El guardián que la seguridad es central. Los propietarios de Porsche pueden incluso realizar un curso con la empresa para comprender completamente su automóvil y perfeccionar sus habilidades de conducción. Además, existen condiciones estrictas para la publicidad de automóviles en el Reino Unido. Tapp reconoce que las marcas cumplen con estos requisitos, pero cree que es necesario investigar más a fondo el efecto de las técnicas de marketing en la seguridad vial.