Persecución por las calles del centro de Roma, después de que un BMW no se detuviera en el alto ordenado por los carabinieri durante un control. Para detener al prófugo, un albanés de 39 años que había forzado un puesto de control cerca del Vaticano, también se disparó un tiro en dirección a las ruedas del automóvil.
El automóvil en el que viajaba el hombre de 39 años prosiguió su carrera en dirección a la vía Gregorio VII, donde fue interceptado por un vehículo policial. El hombre, sin embargo, siguió su carrera. Durante su fuga habría tirado una cartera y un reloj por la ventana. Para bloquearlo, un vehículo de la policía se paró de lado en la carretera y fue golpeado por el BMW del fugitivo que estaba encerrado en el automóvil tanto que tuvo que romperse el vidrio de una ventana para sacarlo del automóvil.
Tras detenerlo, también gracias al uso del teser, el hombre de 39 años fue trasladado al hospital al igual que dos agentes que resultaron heridos en la atrevida persecución.
Tras la persecución, se instaló el sistema de seguridad antiterrorista en el Vaticano. La Guardia Suiza, por precaución, tras escuchar los disparos, cerró la entrada al Santo Oficio.