La maniobra se acelera y aterriza esta tarde sobre la mesa del Consejo de Ministros junto con el documento de planificación presupuestaria (Dpb) que se enviará a Bruselas y el decreto correspondiente para completar el sistema de techado. El cambio de ritmo, deseado por el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, para respetar el calendario oficial de la sesión presupuestaria, pretende poner puntos firmes en torno a una obra en la que, sin embargo, sigue habiendo muchas variables. El enfrentamiento con los bancos continúa y continuará indefinidamente, explicó ayer por la tarde el Ministerio de Economía, añadiendo la confirmación de las intervenciones en favor de las rentas medias-bajas y de las familias con niños. En este plan no hay subidas de impuestos para personas y empresas, porque los ingresos necesarios para completar la cobertura procederán principalmente de recortes y racionalización de gastos. Sin embargo, las peticiones de los partidos giran en torno a este escenario, empezando por Forza Italia, que ayer, en una cumbre con el viceprimer ministro Antonio Tajani, volvió a presionar para reducir otros dos puntos, del 35 al 33%, el tipo de interés del Irpef. rentas del segundo tramo, las que oscilan entre 28.000 y 50.000 euros brutos.
Estamos trabajando con bancos sobre impuestos diferidos.
En resumen, las horas previas al Consejo de Ministros de esta tarde prometen ser intensas. Estamos trabajando con los bancos sobre los impuestos diferidos, para los que se avecina una doble intervención. La deducibilidad tanto para 2025 como para 2026 quedará aplazada, y el proceso de recuperación no llegará de forma inmediata en los dos años siguientes. El mecanismo en estudio prevé la recuperación de los importes no deducidos y diferidos en el tiempo. El objetivo es evitar que los mayores ingresos que se derivarán de la ampliación de la base imponible se traduzcan en una reducción inmediata a partir de 2027. Por ello, con un sistema de reembolso más suave la deducibilidad aún estaría salvaguardada pero sin pesar excesivamente sobre posteriores balances de las finanzas públicas.
Posible aumento de la fiscalidad sobre las opciones sobre acciones
Pero la intervención sobre los bancos también podría extenderse a un aumento de los impuestos sobre las opciones sobre acciones concedidas como elemento de remuneración adicional a los directivos del sector. Una medida sobre la que Forza Italia también se abrió a través del vicepresidente de los senadores azzurri, Maurizio Gasparri: «Podemos pensar en la fiscalidad de las opciones sobre acciones de los banqueros, pero no en la de los bancos, que ya pagan 4 adicionales % centenar”. Mientras que sobre la mesa del Gobierno sigue abierto otro expediente relativo a los fondos utilizados para reforzar los activos bancarios.
Tasa hipotética del 33% en lugar del 35% para los ingresos del segundo tramo
El otro ámbito candente es el de los impuestos personales. De momento el Gobierno se limita a hablar de confirmar el apoyo a las rentas medias-bajas. En cuanto a la reducción de la cuña fiscal, se está trabajando para dividir la carga entre impuestos y contribuciones (Sole 24 Ore del pasado sábado), con una hipótesis que amplía un poco los beneficios reduciendo la escala que hoy reduce cada beneficio a 35 mil euros con el introducción de una calcomanía de 35 a 40 mil. Pero las ambiciones de la mayoría son más intensas y pretenden incluir una nueva reducción fiscal con un tipo del 33% en lugar del 35% para los ingresos del segundo tramo. Ya veremos. La reducción de impuestos respecto a la tendencia (que, según la legislación actual, no incluye ni el recorte en cuña ni el IRPEF a tres tipos) debería rondar los 16.000 millones en total, lo que elevaría la presión fiscal al 42,1% y, por tanto, dos décimas por debajo. niveles del año. Cifras indicadas ayer en SkyTg24 Economía por Marco Osnato (FdI), presidente de la comisión de Hacienda de Montecitorio, para desestimar la polémica sobre los “aumentos de impuestos” que en realidad surgieron de la lectura del marco tendencial del Plan Presupuestario, construido precisamente neto de el presupuesto. Con esta dinámica, por tanto, hay margen para ir más allá de la réplica del sistema lanzado este año, en un escenario que sin embargo también debe contemplar el aumento de las bonificaciones fiscales para los gastos vinculados a la presencia de niños, como la educación y el deporte.
Sanidad, objetivo de gasto equivalente al 6,3% del PIB
En materia de salud, el punto fijo parece estar representado por un nivel programático de gasto equivalente al 6,3% del PIB. El objetivo, con una tendencia que ya prevé un gasto de 4 mil millones por encima de los niveles de este año en 2025 según el plan presupuestario estructural, parece alcanzable con los 1,2-1,3 mil millones adicionales que surgieron en comparación con las últimas semanas entre el Gobierno y las Regiones, en una perspectiva que prevé un paso adicional de unos 2.000 millones para 2026. Ayer, sin embargo, circulaban cifras más generosas, hasta 3.200 millones o 3.200 millones.