Bienvenido al planeta de Salzburgo. Que tiene mucho en común con Milán…

De una riña nació una idea que luego se convirtió en un modelo capaz de producir ganancias y ganar fútbol. Pero entre el software innovador y las redes de cazatalentos, Maldini y Red Bull no piensan diferente

Una pelea por razones fútiles sea alabada. Si el Salzburgo se ha convertido en una marca de talento y calidad organizativa se lo debe a un cabezazo de su ex entrenador. Verano 2012, Ricardo Moniz entrena a Salzburgo y corre rápido, acaba de ganar el campeonato y la copa mientras camina sobre sus rivales como si estuviera haciendo un trekking en los Alpes, respira innovación y sueña con la revolución, pero a pesar de todo no duerme tranquilo . Se queja, arruga la nariz, levanta la voz. “Este cuerpo médico no funciona bien, hay que cambiarlo de inmediato”. Los ejecutivos regatean las solicitudes y no responden, por lo que Muñiz da el ultimátum: «Hagan algo o renuncio». Descargado.



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