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El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió con Benjamin Netanyahu el miércoles por primera vez desde que el primer ministro de Israel regresó al cargo, y los dos líderes se comprometieron a trabajar juntos para avanzar en la normalización de las relaciones de Israel con Arabia Saudita.
La reunión tuvo lugar al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en lugar de en Washington, más de ocho meses después de que Netanyahu regresara al poder, lo que subraya la profunda fricción entre ambos.
El gobierno de extrema derecha de Netanyahu y la administración Biden se han enfrentado por la polémica reforma judicial del líder israelí, su trato a los palestinos y la oposición a la diplomacia estadounidense con Irán.
Biden dijo antes de la reunión que ambos abordarían “algunos de los temas difíciles” y que esperaba darle la bienvenida a Netanyahu a la Casa Blanca a finales de año.
Esto se tomó como una señal de que Biden podría estar dispuesto a dejar atrás algunas de esas diferencias mientras los dos buscan una causa común para normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, un objetivo largamente buscado por ambos gobiernos.
“Si usted y yo, hace 10 años, estuviéramos hablando de la normalización con Arabia Saudita, creo que nos miraríamos como, ‘¿quién ha estado bebiendo qué?’”, dijo Biden.
Netanyahu, que ya es el primer ministro con más años en el cargo en Israel y que regresó al cargo en diciembre después de un período en la oposición, dijo que era optimista de que el intento arriesgado de establecer finalmente vínculos plenos entre Israel y Arabia Saudita daría frutos durante el mandato de Biden.
«Creo que bajo su liderazgo, señor Presidente, podemos forjar una paz histórica entre Israel y Arabia Saudita», dijo Netanyahu. «Creo que una paz así sería de gran ayuda para avanzar hacia el fin del conflicto árabe-israelí, lograr la reconciliación entre el mundo islámico y el Estado judío y promover una paz genuina entre Israel y los palestinos».
El acuerdo tripartito entre Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita podría incluir cooperación nuclear civil y algún tipo de pacto de defensa entre Estados Unidos y Arabia Saudita, así como algún gesto israelí hacia los palestinos, informó el Financial Times.
Netanyahu se ha opuesto durante mucho tiempo a los esfuerzos de Estados Unidos, primero durante el gobierno del ex presidente Barack Obama y ahora bajo el gobierno de Biden, de llegar a un acuerdo diplomático con Irán para abordar su programa nuclear.
Washington y Teherán completaron esta semana un acuerdo de intercambio de prisioneros que también significará que Estados Unidos traslade 6.000 millones de dólares en activos iraníes congelados desde Corea del Sur a una cuenta en Qatar. Los diplomáticos estadounidenses vieron el acuerdo como una medida de fomento de la confianza que podría permitirles abordar otras cuestiones, incluido el programa nuclear de Irán.
“Ese objetivo compartido nuestro puede lograrse mediante una amenaza militar creíble, sanciones paralizantes y apoyo a los valientes hombres y mujeres de Irán que desprecian ese régimen y que son nuestros verdaderos socios para un futuro mejor”, dijo Netanyahu.
Biden ha sido inusualmente público en su oposición a los planes de Netanyahu de reformar la Corte Suprema de su país y otros cambios judiciales, instando al líder israelí a generar consenso. Netanyahu reafirmó su compromiso con la democracia en declaraciones previas a la reunión del miércoles.
“Seguiremos defendiendo los valores que nuestras orgullosas democracias aprecian”, afirmó.