El presidente Joe Biden nombrará a Lael Brainard, vicepresidenta de la Reserva Federal de EE. UU., como su principal asesora económica, y llevará a la segunda al mando del banco central a la Casa Blanca para que se desempeñe como una de las principales formuladoras de políticas financieras de Washington.
Brainard se convertirá en el próximo director del Consejo Económico Nacional, el principal trabajo de la Casa Blanca que coordina la política económica en todo el gobierno de EE. UU., dijeron el lunes por la noche dos personas familiarizadas con el asunto. Ella reemplazará a Brian Deese, quien deja la administración de Biden después de desempeñar el cargo durante más de dos años.
La Casa Blanca y la Fed se negaron a comentar. La partida de Brainard marca una salida bastante abrupta del liderazgo del banco central de EE. UU. para el ex subsecretario del Tesoro para asuntos internacionales. Aunque ha estado en la junta de gobernadores de la Fed desde 2014, solo ha sido vicepresidenta, un papel de liderazgo crucial, desde mayo de 2022.
La medida de Brainard es parte de una reorganización más amplia del equipo económico de Biden a raíz de las elecciones de mitad de período de noviembre. También se espera que la reforma implique el ascenso de Jared Bernstein a la presidencia del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca, reemplazando a Cecilia Rouse. Se espera que Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, permanezca en su puesto.
En sus años en la Reserva Federal, Brainard ha sido conocida por su enfoque moderado de la política monetaria y su postura más dura con respecto a la regulación financiera, apoyando requisitos de capital más rigurosos para los bancos. En un discurso en la escuela de negocios de la Universidad de Chicago el mes pasado, Brainard dijo que «la inflación sigue siendo alta» y que la política «tendrá que ser lo suficientemente restrictiva durante algún tiempo» para llegar al objetivo del 2% de la Fed. Pero también expresó cierta confianza en que Estados Unidos podría asegurar un “aterrizaje suave”, evitando una recesión, una opinión compartida por la Casa Blanca.
“Sigue siendo posible que una moderación continua en la demanda agregada pueda facilitar la relajación continua en el mercado laboral y la reducción de la inflación sin una pérdida significativa de empleo”, dijo.
Brainard ha sido considerada durante mucho tiempo una de las legisladoras económicas más talentosas de su generación dentro del Partido Demócrata. Se la había considerado una posible candidata a secretaria del Tesoro antes de que finalmente se eligiera a Yellen, y una candidata a la presidencia de la Fed antes de que Biden decidiera nominar a Jay Powell para un segundo mandato al frente del banco central de EE. UU. La decisión de Biden de nombrar a Brainard para dirigir el NEC fue reportada por primera vez por Bloomberg News.
Los demócratas progresistas se han mostrado escépticos con respecto a Brainard en el pasado, particularmente porque se la consideraba simpatizante de un comercio más abierto y un compromiso con China mientras trabajaba en el Departamento del Tesoro bajo el expresidente Barack Obama. Sin embargo, han apoyado en gran medida el enfoque que ha adoptado en la Fed.
En la Casa Blanca, el nombramiento de Brainard llega en un punto de inflexión política. Con los republicanos ahora en control de la Cámara de Representantes, se espera que la agenda legislativa expansiva de Biden sobre la economía se detenga. Pero Brainard estará a cargo de administrar la respuesta de la Casa Blanca a la probable política arriesgada de los republicanos en el Congreso sobre el techo de la deuda, y es posible que tenga que ayudar a negociar un acuerdo con el Congreso para evitar el incumplimiento de pago de la deuda estadounidense.