Biden se arriesga al dolor económico con la prohibición de importar petróleo ruso


En la lucha contra Vladimir Putin, el presidente estadounidense Joe Biden hace un sacrificio con consecuencias económicas y electorales. Anunció una prohibición a las importaciones de petróleo y gas de Rusia el martes. Es una de las sanciones más duras que ha impuesto el gobierno estadounidense en esta crisis. “Estamos tocando una arteria de la economía rusa”, dijo Biden.

La decisión se tomó “en estrecha consulta con nuestros aliados”, dijo el presidente. “Y nos damos cuenta de que no todos nuestros aliados y socios están ahora en condiciones de unirse a nosotros en esta área”. A diferencia de Estados Unidos, Europa depende en gran medida de los combustibles fósiles rusos. El año pasado, EE. UU. importó una media de 700.000 barriles de petróleo de Rusia al día, Europa importó una media de 4,5 millones de barriles al día. Estados Unidos no importa nada de gas ruso, Europa depende de Rusia para cerca del 40 por ciento de su consumo de gas.

Mayor precio de la gasolina

Sin embargo, la medida de Biden tampoco es indolora para Estados Unidos. Inevitablemente, el ya alto precio del petróleo en todo el mundo seguirá aumentando y la economía se verá afectada. Biden ha sido criticado en su propia casa durante meses por el fuerte aumento de los precios en las gasolineras. Hace un año, el precio promedio de la gasolina en EE.UU. era de $2,77 por galón (3,79 litros). Ahora ha subido a 4,17 dólares (unos 1,10 euros el litro). En discursos anteriores sobre la invasión rusa de Ucrania, Biden dijo que haría todo lo posible para salvar al conductor estadounidense. El martes, tuvo que admitir que esta decisión empujará aún más el precio de la gasolina.

Biden subrayó que puede contar con el apoyo de demócratas y republicanos en sus medidas contra el gobierno ruso. Pero también usó su discurso del martes para presionar por “acelerar la transición de los combustibles fósiles a la energía sostenible”, lo cual es políticamente controvertido. Además, el hecho de que Biden, no por primera vez, señalara con el dedo a algunas compañías petroleras y las acusara de hacer subir los precios, no le sentará bien a la oposición.

¿Tratos con Irán o Venezuela?

En los últimos días ha habido mucha especulación sobre importaciones adicionales de países productores de petróleo con los que EE.UU. definitivamente no está en buenos términos: Irán, Venezuela y también Arabia Saudita, un aliado que terminó en el banquillo tras el asesinato del periodista Jamal. Khashoggi en 2018. Funcionarios estadounidenses sostuvieron el pasado fin de semana en la capital venezolana, Caracas, conversaciones con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, cuya victoria electoral EE.UU. aún no reconoce.

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Estados Unidos está en conversaciones con Irán sobre la restauración del acuerdo nuclear internacional que concluyó el presidente Obama y que rompió el presidente Trump. Todavía no está claro cómo la guerra en Ucrania afectará esas conversaciones, y si la administración estadounidense, por ejemplo, será más probable que suavice o levante las sanciones existentes sobre el petróleo iraní.



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