Esta semana, la Corte Suprema de Estados Unidos gobernó que el expresidente Donald Trump tiene inmunidad procesal por los actos oficiales que realizó durante su presidencia.
Esta decisión no sólo amplía la percepción del poder presidencial y su inmunidad procesal, sino que también elimina potencialmente las posibilidades de que Trump sea juzgado por sus acciones durante la insurrección del 6 de enero.