Matteo empieza bien luego también baja físicamente y cede ante el número 1 del mundo por 3-6 6-3 6-3 6-3 tras anular tres puntos de partido. Para el español le confía Rune
Levante la mano si no lo creía, o al menos no lo esperaba. Pero los finales felices, en el deporte, casi nunca existen. Los cuentos de hadas se dejan llevar por la realidad y los fenómenos, véase Carlos Alcaraz, casi siempre llevan la delantera. Así resultó que en la segunda ronda de Wimbledon, el número 1 del mundo más joven de la historia tiró un balde de agua helada sobre Matteo Berrettini y los sueños italianos, ganando 3-6 6-3 6-3 6-3 y conquistando un lugar en los cuartos de final de Wimbledon por primera vez contra otro de 2003, Holger Rune, que venció a Dimitrov.
DECEPCIÓN Y ESPERANZA
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¿Decepción? Una pizca. ¿Esperanzas? Muchos. Porque ha vuelto Matteo Berrettini, que hasta hace tres semanas parecía al borde del abismo tenístico. Pocos habrían apostado a que habría disputado el torneo que le había visto hacer historia con la final de 2021. Muy pocos pensaron que pasaría de primera ronda, menos aún que se hubieran imaginado llegando incluso a la segunda semana tras vencer a Sonego, De Minaur. y Zverev. Y por tanto, aunque el alemán hubiera augurado un acierto nuestro ante el prodigio murciano, y Kyrgios incluso apostara por la azul como anti-Djokovic, la realidad es que debemos “conformarnos” con regocijarnos por la gorra redescubierta. En el tenis, en la cabeza, en el corazón.
el partido
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El partido comenzó de la mejor manera que uno no podría haber esperado, con el ex número 1 italiano capaz de arrebatarle el servicio al español en el octavo juego y ganar el primer set. Pero un buen día no siempre empieza por la mañana y de hecho en el segundo set el español subió el ritmo y el nivel, sobre todo en la respuesta, obligando al romano a salvarse de una lluvia de puntos de quiebre y a intercambiar en cada balón, cortándole las piernas. En el segundo set, el quiebre en el 3er juego es suficiente para cerrar 6-3 y empatar el marcador. En el tercero en cambio hay dos quiebres pero el resultado no cambia, sigue siendo 6-3. Berrettini no puede recuperar el aliento en sus entradas porque incluso su tierra-aire a 220 km/h vuelve al otro lado. En el cuarto set, el asturiano muestra una pizca de humanidad al debutar con dos dobles faltas y permitir que los nuestros se pongan 0-30 pero la ilusión dura un abrir y cerrar de ojos y Alcaraz vuelve a la normalidad. En el 2-2 se cierra el techo, vuelve al campo y aguanta el servicio de Alcaraz que luego arrebata por última vez el servicio a Berrettini y cierra también el cuarto set 6-3 tras ver anulados tres puntos de partido. Sin final feliz, pero el horizonte de Berrettini ahora es más claro.
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