Benzema, adiós Francia: "Escribí mi historia y la nuestra termina"

Lesionado en vísperas del Mundial, en su 35 cumpleaños el Balón de Oro anuncia el final de su experiencia con los Bleus. Una historia marcada por altos (pocos) y bajos (demasiados) más el no a Macron para ver la final contra Argentina

La historia podría haber sido diferente. Y es que la relación entre Francia y Karim Benzema siempre ha sido un poco maldita, quien hoy, en su 35 cumpleaños, decidió poner fin a su carrera en la selección a través de las redes sociales.

Todo a raíz de una Copa del Mundo doblemente perdida por el Balón de Oro. A nivel colectivo, porque de haber tenido éxito habría sido incluido oficialmente en el cuadro de honor. A nivel personal, porque a pesar de la convocatoria, aún tuvo que abandonar, antes del debut en Qatar, perdiendo así la oportunidad de redimirse.

NÚMEROS

Y quizás no podía haber otro epílogo para un jugador que siempre ha tenido una relación conflictiva con la camiseta de la selección. Así se desprende también del mensaje de despedida de la tarde, un poco enigmático como siempre: “He hecho los esfuerzos y los errores necesarios para estar donde estoy hoy y estoy orgulloso de ello. Escribí mi historia y la nuestra ha terminado». Termina así el camino iniciado el 28 de marzo de 2007, pocos meses después del otro Mundial perdido por penaltis por los franceses, pero con Italia (2006). Benzema debutó ante Austria y enseguida marcó. El primero de 37 en total en 97 partidos, incluidos 73 como titular.

ELECCIÓN

Pero hay que restar cinco de estos quince años en el Bleu, los de la larga travesía del desierto, iniciada en vísperas de la Eurocopa de 2016, que indujo al técnico Deschamps a dejarle en casa, sobre todo después de que Benzema le acusara públicamente de haber sucumbido. a la parte racista de la sociedad francesa. Aquí está el corazón de la polémica historia de Karim con Francia, selección que confesó haber elegido sobre todo por motivos profesionales, diciendo que estaba ligado de corazón a Argelia, la patria de su familia. Aquella inconveniente declaración juvenil bastó para convertirlo en el símbolo de las nuevas generaciones de franceses con problemas de integración en una sociedad en la que se sienten marginados, por su origen extranjero.

VUELVO MÁS TARDE

En definitiva, Benzema, que entonces nunca hizo mucho por librarse de la imagen de chico malo, inclinado a presumir de riqueza y lujo en las redes sociales, solo volvió al Bleu cuando Deschamps ya no pudo prescindir de él. Efectivamente, con mucho pragmatismo y tras una larga charla, el entrenador que en 2012 le había convertido en la columna vertebral de su proyecto inicial, le volvió a llamar para la última Eurocopa, con la idea de confiarle la dirección técnica. Un regreso aprobado por elogios populares, dados los trofeos con el Real Madrid, pero que no ha dado los resultados deseados. Francia salió en los octavos de final de la Eurocopa 2021, compensando solo parcialmente el tonto con la Liga de las Naciones, ganada el año pasado.

ADIÓS

Sin embargo, parecía que todo volvía a la normalidad, pues Benzema elegido mejor jugador del mundo por France Football, dispuesto a tomar el escenario planetario tras perderse el Mundial de Rusia, ganado incluso sin él. Pero el 19 de noviembre, el sueño volvió a convertirse en pesadilla, con la lesión en el entrenamiento y el anuncio de la baja. Benzema regresó a Madrid y declinó la invitación del presidente Macron para volar a Doha para la final, con la delegación del Elíseo, lo que generó más controversia. El atacante vio ayer por televisión la derrota de sus compañeros, y hoy anunció su despedida, tal vez liberándose de un lastre como regalo de cumpleaños. No se arrepiente, dice, pero se podría añadir sin haber logrado en Bleu lo que su talento le permitió lograr con el Real Madrid.



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