El viernes, el consejo federal de ministros normalmente aprobará el proyecto de ley del Ministro de Justicia Vincent Van Quickenborne (Open Vld) sobre el reconocimiento. El budismo es así la octava cosmovisión no confesional en Bélgica, junto a las cosmovisiones católica, islámica y liberal, entre otras.
“En las últimas décadas, esta comunidad ha demostrado que puede estructurarse y hacer una contribución positiva a nuestra sociedad”, dice Van Quickenborne. En nuestro país se cree que unas 150.000 personas se adhieren al budismo como filosofía de vida, repartidas entre más de una treintena de asociaciones y centros.
La solicitud de la Unión Budista de Bélgica (BUB), que agrupa a la mayoría de las organizaciones budistas, ha estado pendiente desde 2006. Desde entonces, la organización coordinadora ha estado recibiendo un subsidio anual para estructurarse aún más, y el reconocimiento ahora proporciona más financiación. apoyo.
Por ejemplo, los centros budistas tendrán derecho a un consejero moral pagado ya consejeros que acudan a la prisión o al hospital como capellanes. Además, la BUB, que es el interlocutor oficial del gobierno belga, tendrá una secretaría general con diez miembros del personal. La organización mostraría interés en el Pabellón Chino en Laeken como ubicación.
También hay señales críticas de la comunidad budista. El expresidente de BUB, Edel Maex, afirmó anteriormente que el reconocimiento “es lo peor [het boeddhisme] podría suceder” porque la diversidad interna ahora se vierte en una estructura global. Según Maex, tal financiamiento distrae el compromiso y la autenticidad.