Bélgica está lanzando una primicia mundial: las trabajadoras sexuales reciben contratos y ahora se les permite rechazar clientes y servicios. “No con él. No de esa manera”

Nuestro país ha logrado una primicia mundial: a partir de hoy, otorga a las trabajadoras sexuales los derechos sociales que también tienen otros trabajadores. Baja por enfermedad. Pensión. Descanso de maternidad. Y encima: la libertad de decir ‘no’ a determinados clientes o actos sexuales. “¿Mamada? Está bien, pero sólo con condón”.



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