Seis años después del robo mortal en Gees, en el que murió Koert Elders, de 69 años, Fidan J., de 30 años, de Borgerhout (Bélgica), tiene que comparecer de nuevo ante el tribunal de Assen. Queda por ver si el hombre aparecerá. No apareció en las últimas sesiones introductorias, entonces no quedó rastro.
En 2018, J. ya se presentó ante los jueces en Assen con tres coacusados por el espantoso robo a domicilio, que tuvo lugar el 30 de junio de 2016. Sus tres compañeros fueron condenados a penas de prisión de hasta 12 años por el homicidio agravado. Eso es menos de los hasta quince años que se habían exigido. Según los jueces, se habían cometido errores formales y eso condujo a una sentencia reducida. J., entonces de 25 años, no fue condenado, a pesar del requisito de doce años por ser vigía. El tribunal se sintió engañado en su caso, porque el fiscal había incluido deliberadamente una declaración falsa de un testigo en el expediente. J. estuvo bajo custodia durante cuatro meses y fue puesto en libertad de inmediato.
El Ministerio Público (OM) interpuso recurso de apelación. En el caso de J., el tribunal no estuvo de acuerdo con la decisión del tribunal de Assen. El tribunal superior dictaminó en julio de 2019 que se había cometido un error formal porque no se grabó el interrogatorio cuestionado, pero esto no tuvo mayores consecuencias para los sospechosos. El tribunal devolvió el caso al tribunal de Assen, porque tienen que dictar una nueva sentencia al respecto. Un coautor de Amsterdam fue condenado en apelación a diez años de prisión y TBS con tratamiento obligatorio. Los otros dos perpetradores de Bélgica pasaron al tribunal supremo de los Países Bajos y allí sus sentencias se mantuvieron en 10 y 13 años de prisión.
La conmoción del brutal robo a domicilio con desenlace fatal en Gees fue enorme. Los jueces acordaron por unanimidad: ‘un delito muy grave’. Elsewhere y su novia fueron tomados por sorpresa mientras dormían. Los ladrones usaron fuerza excesiva y ataron a Elders, quien fue golpeado brutalmente, ya su novia antes de que se fueran. Después de que se recogió el botín, los ladrones los dejaron en una situación de impotencia y mucho miedo, dictaminaron los jueces. El empresario de Gees, de 69 años, murió poco después a causa de sus heridas frente a su novia.