Una vez, el Departamento de Policía de Nueva York donó la bala al ex oficial de policía Brian Taylor. Llevó a un grupo de jóvenes que querían convertirse en policías a la comisaría de Nueva York. Mientras Taylor viajaba en un coche de policía, se vio involucrado en un tiroteo.
A modo de disculpa, agentes del Departamento de Policía de Nueva York llevaron a Taylor a un museo que alberga armas utilizadas en casos infames.
A Taylor se le permitió probar el arma que mató a John Lennon. Luego le entregaron la bala y el cartucho para que se lo llevara a casa. El policía lo enmarcó, junto con una foto de él mismo con el arma.
Los familiares del ahora fallecido Taylor están subastando la bala a través de la casa de subastas británica Anderson & Garland. Aún no está claro cuánto producirá la pieza.
“Pero muy rara vez se consigue algo tan inusual y único, por lo que es difícil saber cuánto vale y si hay mercado para ello o no”, dijo la casa de subastas. En cualquier caso, según los subastadores, se trata de “una pieza muy interesante de recuerdo de los Beatles que difícilmente podrá ser replicada”.
El asesino de Lennon, Mark David Chapman, que ahora tiene 68 años, está cumpliendo cadena perpetua.