Es un milagro que el pastelero Jeroen Luijten siga vivo. El empresario de Capelle fue brutalmente golpeado esta mañana por un ladrón, lo que le provocó numerosas heridas cortantes y de arma blanca. El miedo todavía está en sus ojos. “Ni siquiera tuve la oportunidad de darle dinero, inmediatamente me atacó”.
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