El campeón del mundo de MotoGP se va de vacaciones: “El año que viene tenemos que empezar de nuevo más fuertes, si no sería que no entendimos nada de nuestros errores”
– Rímini
Pase los días entre una fiesta, una recepción y una ceremonia tras otra. El lastre de quienes, al final de una gran temporada de lucha, sufrimiento y crecimiento explosivo, finalmente se llevaron a casa el trofeo más importante que existe. Pero por la cara queda claro cómo Francesco Bagnaia no ve la hora de escaparse de todos, desenchufar el teléfono y disfrutar de unas merecidas vacaciones. Así se vio también la noche del sábado en Rímini, sede de la entrega de premios a los campeones del mundo por parte de la federación internacional: tras recibir la medalla de manos del presidente Jorge Viegas, tomando las fotos habituales, nada más terminar la velada oficial, para dejar espacio a la fiesta, Pecco se escapó a casa. No sin antes hablarnos de estos días como nuevo campeón de MotoGP. “Mucha gente lloraba en Valencia, fue emotivo. Sentí sobre mis hombros todo el peso de los 15 años de Ducati sin ganar el Campeonato del Mundo, de los 13 años desde el último título de Valentino… Fue difícil de manejar, pero todo eso desapareció en el momento en que gané”.