Desde BZ/dpa
No hay duda, ambos pueden endulzar. Pero quienes valoran lo orgánico a la hora de comprar azúcar suelen pensar también en la sostenibilidad, dudando entre el azúcar de caña y el de remolacha. Los expertos aclaran.
El azúcar orgánico se elabora principalmente a partir de la caña de azúcar, cuyas materias primas provienen de América del Sur y Central, África o Asia. Pero el azúcar orgánico también se produce a partir de la remolacha azucarera alemana. Sin embargo, el azúcar orgánico local de remolacha es significativamente más caro que el azúcar de caña orgánico importado.
Hay razones para esto: entre otras cosas, esto se debe al cultivo de remolacha orgánica que requiere mucha mano de obra. Así lo señala el centro de asesoramiento al consumidor de Bavaria. Por ejemplo, las malas hierbas que crecen rápidamente entre las remolachas no se combaten con herbicidas, sino con la azada, explica Sabine Hülsmann, experta en nutrición del centro de consumo. Eso cuesta tiempo y dinero.
Según cálculos del Instituto de Investigación para la Agricultura Orgánica, el azúcar de remolacha orgánica local tiene un tercio menos de impacto en el medio ambiente que el azúcar de caña orgánico de Paraguay.
Esto se debe principalmente al hecho de que los rendimientos de campo son más altos aquí. Además, la remolacha azucarera necesita menos fertilizante que la caña de azúcar. El rendimiento de azúcar en la fábrica también es mucho más eficiente.
Y hay otra ventaja para el medio ambiente: no hay necesidad de transportar la caña de azúcar a través del Atlántico si hay azúcar nacional.