¿Cuál es la iglesia del futuro? «Quien tenga una respuesta a esta pregunta, me parece bienaventurado», responde Frank van der Velde, en nombre de la fundación Oude Drentse Kerken. Quizás el Samenstroom de Meppel se acerque a esa respuesta.
«Creo que sí», responde Gert Visser en nombre de la comunidad protestante de Meppel, que celebra sus servicios religiosos en esta iglesia. De Samenstroom no es sólo una iglesia. El edificio sufrió una importante renovación hace unos años. Se ha añadido un vestíbulo, un bar, un guardarropa, aseos y, sobre todo, habitaciones.
Visser: «El edificio de una iglesia cuesta dinero en sí mismo. Si solo celebras un servicio religioso en él, puedes encontrarte en una situación financiera desesperada. Pero si puedes usarlo de manera multifuncional y usarlo durante la semana, solo obtendrás beneficios».
Recibe el apoyo del administrador de la iglesia, Bé Hagedoorn: «Creo que es importante. Los domingos, después del servicio, la gente sigue tomando café con mucha más facilidad. Antes esto se hacía simplemente en el vestíbulo y había que entrar conscientemente en una habitación. Ahora se entra desde la iglesia al vestíbulo. Es mucho más fácil quedarse.»