Durante el confinamiento, mi empresa de Ámsterdam apoyó la iniciativa de ayuda a la restauración, en la que los empleados podían transferir 30 euros a una institución de restauración. ¡Un lindo gesto en esos tiempos difíciles! Cuando todo vuelva a abrir, esta cantidad podrá canjearse en el lugar elegido con un cupón ilimitado, marcado ‘¡Gracias por su apoyo! Esperamos con ansias el momento en que podamos brindar juntos de nuevo”. Esta semana entregué mi recibo en el restaurante que había elegido. Después de algunas consultas internas, el mesero regresó. “Desafortunadamente, señor, ya no participamos en esta promoción”.
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Una versión de este artículo también apareció en NRC en la mañana del 11 de marzo de 2022.