Autónomos y asalariados, quién gana y quién pierde con la maniobra


¿Las medidas contenidas en la manov’a favorecen el mundo del trabajo por cuenta propia en detrimento de los empleados, como pretende la oposición (particularmente el Partido Demócrata) y los sindicatos por parte del secretario de la CGIL Maurizio Landini? ¿Existe una posibilidad concreta de una especie de «transmigración» de algunos empleados al número de IVA, gracias al mecanismo facilitador del «impuesto único»? El Gobierno niega y defiende la estructura de la maniobra, a la espera del debate parlamentario del que se esperan intervenciones de mejora en el cumplimiento de los equilibrios de las finanzas públicas.

Del impuesto único al recorte de la cuña fiscal

No cabe duda de que la medida más importante en beneficio del trabajo por cuenta propia y en particular de los números de IVA es la ampliación del «tasa plana» al 15% de los actuales 65.000 euros de ingresos anuales a 85.000 euros. Según algunas estimaciones, unos 40.000 trabajadores por cuenta propia se ven afectados por esta prórroga, mientras que el impuesto de tipo único «incremental» (también del 15%) solo se aplicará a la parte excedente de la renta respecto al trienio anterior con un tope de 40.000 euros. Los ahorros fiscales para quienes volverán al nuevo régimen de IETU a partir de 2023 son evidentes, frente a lo que se habría tenido que pagar con el actual IRPF. En algunos casos, incluso se puede llegar a un «descuento» de 10 mil euros al año. Comodidad que confirman los más de 2 millones de CIF que ya han optado por el régimen de facilitación del «tasa plana» con un tope de 65 mil euros.

Para los empleados, la medida más significativa (que cuesta 4.200 millones) es la confirmación de la rebaja de 2 puntos en la cuña fiscal y de seguridad social ordenada por el Gobierno de Draghi para los ingresos brutos hasta 35.000 euros anuales, a la que ahora se suma otro punto destinado exclusivamente a rentas hasta 20.000 euros. Dado el público objetivo, el beneficio del recorte adicional fluctúa entre 12 y 20 euros al mes. En la acumulación de los tres puntos, el ahorro puede variar desde los 231 euros anuales para rentas de 10.000 euros hasta los 395 euros para rentas de 20.000 euros. Para cada tipo de renta y descuento fiscal hay que tener en todo caso en cuenta que estamos en presencia de una inflación que ya llega al 12 por ciento.

De la menor tributación de los bonos de productividad a la «paz fiscal»

La rebaja del 10 al 5 % de la tasa sobre los pluses de productividad (en los casos en que esté previsto su pago) beneficia ciertamente a los trabajadores, pero también la medida contenida en el decreto «ayud quater» que fija el valor en 3.000 euros de los «beneficios marginales» dispuestos por las empresas a favor de los empleados, frente a los 600 euros anteriores. Las medidas de apoyo a las familias, como el fortalecimiento de la asignación única y la licencia parental para las trabajadoras, deben entonces incluirse en el paquete de medidas que llega con la ley de Presupuestos. Todas las categorías de trabajadores se benefician del subsidio único universal. Parte de las medidas previstas por la llamada paz fiscal afectarán a todos los contribuyentes, y es la anulación de las declaraciones tributarias emitidas hasta 2015 por importes inferiores a mil euros, cuyo coste recaudatorio en muchos casos habría sido superior a la recaudación esperada. Distinto es el caso de la posibilidad de declarar impuestos declarados pero no pagados fraccionados con penalizaciones reducidas (por diversas causas), que se dirige principalmente al mundo de los autónomos y profesionales, mientras que la ley prevé el cese de las multas para aquellos que no aceptan pagos con tarjeta (y por tanto «seguidos») de menos de 30 euros.

El impacto de las nuevas medidas en las pensiones

La norma que prevé una suerte de indexación de las pensiones al incremento del coste de la vida diferenciada en función de la renta es la más rebatida por los sindicatos, que estiman el impacto sobre las prestaciones superiores a 4 veces el mínimo en unos 400 euros anuales (2.100 euros brutos mensuales) y 2.700 euros anuales para pensiones superiores a 5.200 euros brutos mensuales. Noticia que evidentemente preocupa a todos los pensionados, con un cálculo que tiene en cuenta el monto que se habría pagado si se hubiera decidido otorgar la revalorización de todos los cheques según los porcentajes anteriores. Las nuevas reglas incluidas en la maniobra prevén la recuperación total de la inflación para cheques hasta cuatro veces el mínimo, 80% entre cuatro y cinco veces el mínimo, 55% entre cinco y seis veces el mínimo, 50% entre seis y ocho veces el mínimo, y luego decreciente: 40% (entre ocho y diez veces el mínimo), 35% para montos superiores a 10 veces el mínimo. Nuevamente, cabe recordar que aun en el caso de recuperación total de la inflación, la indexación del 7,3% es inferior a la actual tasa de inflación real, pero es claro que en la elección del Gobierno pesó decisivamente la compatibilidad financiera pública.



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