“Mi hermano habla menos bien, así que no lo entiendes. Eso me resulta difícil”, explica Bentley. “Mi hermana rápidamente se sobreestimula”, añade Esmee. “A veces eso es difícil, porque no la entiendo bien y ella tampoco me entiende a mí”.
La formación les permite recurrir a lo aprendido y calmarse si las cosas chocan con su hermano o hermana. “Eso me ayuda”, dice Bentley. “Yo también lo creo”, dice Esmee.
El tema de la atención también es central durante las reuniones. Los padres pueden pasar bastante tiempo con el niño que necesita cuidados adicionales en casa. “No siempre me resulta fácil, pero normalmente funciona bien”, dice Esmee.
“Intentamos que los niños sepan que ellos también son importantes. Sabemos por estudios que este tipo de niños con hermanos o hermanas que necesitan cuidados especiales pueden desarrollar problemas mentales”, explica la coentrenadora Jorinka Oosterveld.
El texto continúa debajo de la foto.