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Australia ha sentido el efecto dominó de una economía china más débil, ya que se dispone a recortar 8.500 millones de dólares australianos (5.400 millones de dólares) de sus estimaciones presupuestarias debido a los menores ingresos previstos por impuestos a la minería durante los próximos cuatro años.
Jim Chalmers, tesorero de Australia, dijo el lunes que un crecimiento más lento en China tendría un “impacto significativo” en la economía australiana en los próximos años, antes de las previsiones presupuestarias revisadas que se publicarán el miércoles.
El Tesoro reducirá los ingresos de exportación previstos del sector minero del país en 100.000 millones de dólares australianos en los cuatro años hasta 2028, según Chalmers, y como resultado los impuestos previstos se reducirán en 8.500 millones de dólares australianos durante el mismo período.
“Esto simplemente refleja la realidad de una menor demanda de China”, dijo, citando los débiles precios del mineral de hierro y los menores volúmenes de minerales que se exportan al país debido a su débil economía.
La relación comercial entre China y Australia ha estado en el centro de atención en los últimos años después de que Beijing impusiera una serie de sanciones a algunos productos australianos, incluidos carbón, vino, algodón, mariscos y cebada, en 2020.
Australia resistió esa presión y China siguió siendo su mayor socio comercial debido a su dependencia de los recursos naturales del país del Pacífico para su crecimiento industrial.
China representó casi un tercio de las exportaciones de Australia en 2023, por un valor de 219.000 millones de dólares australianos, según datos del gobierno. Eso fue menos que el 38 por ciento en 2020, pero aún representaba el 8 por ciento del PIB de Australia, según UBS.
Una economía china más débil en 2024 ha afectado los precios de las materias primas, incluido el mineral de hierro, que representa más de la mitad del valor de las exportaciones a China, y el litio. Esto ha tenido un efecto en cadena en el poderoso sector minero de Australia, que se ha mantenido optimista en cuanto a que la demanda de sectores en crecimiento como la energía renovable y la fabricación de automóviles podría ayudar a compensar una caída en el sector inmobiliario de China.
El crecimiento económico de Australia se ha desacelerado este año debido principalmente al débil consumo y la disminución de la productividad. El crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue más débil de lo esperado y ha puesto en duda la resiliencia de la economía australiana.
Chalmers señaló el lunes que la relación comercial de Australia con otros países “evolucionaría con el tiempo”. Dijo que había habido una “sorprendente transformación” de la economía china que continuaría en las industrias centradas en el consumo.
“Hemos sido un gran beneficiario de eso y creo que también lo seremos en el futuro”, dijo sobre la “relación muy productiva y próspera con China” de la que disfruta Australia.