La líder del gobierno depuesto de Myanmar, Aung San Suu Kyi, fue sentenciada a cinco años de prisión en el primero de 11 casos de corrupción en su contra. Las fuentes que rodean el juicio informaron esto a las agencias de noticias internacionales el miércoles. No está claro si Suu Kyi, que cumple condenas anteriores en un lugar desconocido, será enviada a prisión. El caso en el tribunal militar de Naypyidaw se llevó a cabo a puerta cerrada y los abogados de Suu Kyi no pueden hablar con la prensa.
Suu Kyi, de 76 años, supuestamente recibió 600.000 dólares en efectivo y 11,4 kilogramos de oro del jefe de Yangon, la ciudad más grande del país, según un tribunal. Phyo Min Thein, de quien se dice que Suu Kyi recibió el soborno, mantuvo una buena relación con ella durante años e incluso fue nombrado sucesor de Suu Kyi hasta que la acusó de corrupción el año pasado.
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Suu Kyi fue sentenciada recientemente a un total de seis años de prisión por violar las reglas de la corona e importar y poseer ilegalmente walkie-talkies. La propia Suu Kyi niega todos los cargos y califica las acusaciones de “absurdas”. Según su partidario, las condenas fueron inventadas por la junta con el único propósito de mantenerla cautiva de por vida.
Suu Kyi dirigió el gobierno de Myanmar desde 2016 hasta febrero de 2021, hasta que se produjo un golpe militar en el país. Suu Kyi había ganado las elecciones poco antes del golpe y parecía estar preparándose para otro mandato. El ejército afirmó que las elecciones habían sido amañadas, aunque los observadores internacionales no identificaron ningún abuso. Suu Kyi ha sido una figura clave en la oposición de Myanmar desde fines de la década de 1980, cuando el país del sudeste asiático también estaba dirigido por una dictadura militar.