El nuevo contrato para 135.000 médicos y gestores sanitarios se estrena con una dotación total de unos 650 millones que se debería traducir en incrementos netos medios mensuales de entre 130 y 190 euros en función de la antigüedad y adscripción profesional y con unos 100 euros de complemento extra para blancos abrigos que trabajan en urgencias (hay 27 millones disponibles solo para este rubro asignados por la maniobra de 2021). Estas son las hipótesis sobre la mesa de negociación que comenzará en febrero, pero los gremios de médicos dicen no estar satisfechos: “El dinero no alcanza -dicen-, pero estamos usando el contrato para mejorar las condiciones de trabajo”.
Recursos y posibles aumentos de nómina
De hecho, Aran acaba de convocar a los sindicatos de médicos para el 2 de febrero para intentar cerrar el contrato en un plazo de 2-3 meses y en todo caso para primavera: tras el visto bueno de las Regiones y el Ministerio de Economía, efectivamente han llegaron a la mesa de la Agencia para la representación negociadora de la AP las directrices para la renovación de los convenios colectivos 2019-2021 para médicos, pero también para funciones centrales (ministerios, agencias tributarias y organismos públicos no económicos) para más de 4.000 directivos y 2.000 profesionales médicos hay unos 650 millones disponibles: más de 580 millones como dotación básica, 34 millones para complementos y 27 millones destinados a apoyar la indemnización a pagar a quienes trabajan en urgencias. Los incrementos medios para batas blancas deberían estar entre 130 y 190 euros netos, mientras que la asignación para médicos de urgencias debería rondar los 100 euros netos.
El objetivo es tratar de detener el éxodo del NHS.
El nuevo contrato de batas blancas -que en realidad ya venció- coincide con el fin de la fase más aguda de la pandemia, pero también con la salida de las inversiones del Pnrr que suman 20 mil millones de cubanos para Salud y propina -según consta en la guía de escritura – tanto para “fomentar la entrada en el SNS de los jóvenes” como para “retener/retener a los profesionales que ya trabajan allí, proporcionando un desarrollo profesional, pero también formas de trabajo que permitan una mejor armonización con la vida privada y familiar”. De hecho, desde hace años se produce un auténtico éxodo del Servicio Público de Salud, fenómeno que se ha acentuado con la pandemia, tanto por el menor atractivo económico como por las condiciones laborales cada vez más prohibitivas, entre jornadas agotadoras, vacaciones y descanso perdido. períodos y progresión de la carrera bloqueados.
Sindicatos médicos: “Los fondos no alcanzan”
«Los fondos puestos a disposición ciertamente no son suficientes para hacer que el trabajo en el SNS sea más atractivo, pero este contrato debe, en cualquier caso, ser explotado para mejorar las condiciones de trabajo, los derechos como las vacaciones y los períodos de descanso deben ser realmente cobrables y, en su lugar, también se necesita más flexibilidad. de rodear a los médicos con obligaciones e incompatibilidades”, advierte Pierino Di Silverio secretario de Anaao Assomed, principal acrónimo de los hospitales. Quien subraya lo crucial que es “incentivar a los jóvenes permitiéndoles comenzar una carrera de inmediato, de lo contrario, no tenemos que preguntarnos por qué un joven prefiere trabajar de forma simbólica en lugar de ser contratado de forma permanente”. La Federación de Médicos Veterinarios y Gestores Sanitarios también critica los recursos destinados: «Salvo una intervención extraordinaria en términos económicos y normativos -dice el presidente Aldo Grasselli – No será este contrato pobre, tardío, tímido y precipitado el que mitigará el descontento del personal sanitario».