Aumenta el riesgo de recesión, teme el comisario europeo: “Posiblemente uno de los inviernos más duros en generaciones”

«Varias luces de advertencia están en rojo: los precios de la energía han batido nuevos récords, la inflación continúa aumentando y la confianza económica se está deteriorando. Y la guerra rusa continúa», describió Gentiloni la situación económica durante un discurso en el centro de estudios Bruegel en Bruselas.

Los precios de la gasolina eran quince veces más altos a fines de agosto que antes de la pandemia de corona y el doble que a principios de este verano. «Las perspectivas dependen principalmente de la evolución de los mercados energéticos: se deteriorarían claramente en comparación con nuestro escenario de referencia en caso de una interrupción total del suministro de gas ruso», advirtió Gentiloni. La energía también sigue siendo el motor de la inflación, que ahora ronda el 9,1 por ciento en la eurozona.

La Comisión ha tenido que ajustar las expectativas de crecimiento económico para la eurozona antes. A mediados de julio, predijo que la economía de la eurozona crecería un 2,6 % este año y solo un 1,4 % en 2023. En mayo, la Comisión había pronosticado 2,7 y 2,3 por ciento respectivamente.

Sin embargo, no todo es pesimismo, según Gentiloni. Con un crecimiento del 0,8 y el 0,7 por ciento, la economía de la eurozona se desempeñó mejor de lo esperado en los dos primeros trimestres de este año y las cifras de desempleo se mantienen en niveles históricamente bajos. Además, los precios del petróleo y los alimentos están cayendo y los problemas de la cadena de suministro están disminuyendo. “Estos acontecimientos aliviarán las presiones inflacionarias, por lo que la inflación puede haber tocado techo”, concluyó.

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