Aubameyang encanta el Clásico, Real abrumada por la ola blaugrana: 4-0 Barça

Los catalanes interrumpen una racha de 5 nocauts consecutivos con una actuación superlativa. Los gaboneses (doblete), Araujo y Ferran Torres firman el póquer ante un Madrid nunca jugado. Blaugrana a tres puntos del Sevilla y (con un partido por recuperar) potencialmente -9 de los blancos

El nuevo Barça de Xavi supera con creces el bachillerato del Bernabéu. Lo hace dándose el gusto de enmarcar una velada gracias a un póquer que, literalmente, pone a los blancos en tilt, tanto que el resultado parece igualado. Aubameyang rompe el equilibrio a la media hora, luego el Barça se despliega con Araujo, Ferran Torres y el doblete del delantero centro gabonés, que sube a siete goles en otros tantos partidos en Liga. Los culés, rapidísimos, vuelven a ganar un Clásico tras cinco eliminatorias consecutivas y recogen el duodécimo resultado útil seguido. El equipo de Ancelotti paga en cambio la ausencia de Benzema, baja por lesión, y una serie de horrores defensivos que provocan el naufragio y devuelven alguna tímida esperanza de remontada a los perseguidores, incluido el Barça ahora en -12 (pero con un partido por recuperar).

movimiento sorpresa

Los blaugrana se presentan en el Bernabéu sin Ansu Fati, Sergi Roberto y Dest, pero Xavi aún tiene muchas opciones. El esfuerzo copero cuenta poco en semejante reto, tanto que las rotaciones son mínimas: medianos de lujo con De Jong, Busquets y Pedri, tridente en cambio con los puntos fijos Ferran Torres y Aubameyang más un pulido Dembélé tras el gran ensayo ante Osasuna. Unos cuantos problemas más para Ancelotti, que sin su estrella de primera magnitud decide cambiar de forma optando por un 4-1-4-1 con una novedad absoluta: Modric se adelantó en el papel de «falso nueve», con la pareja de Rodrygo – Vinicius por fuera. La jugada de Ancelotti en realidad produce poco efecto, porque Modric inevitablemente tiende a rebajarse, dejando a Vinicius como única opción ofensiva. Sin el francés, los blancos son inofensivos en los últimos 20-30 metros y también sufren en la fase de contención. El constante regate catalán, que supondrá un 68% de posesión al final de la primera parte, acaba hipnotizando a los madridistas tras un primer cuarto de hora de palizas y respuestas a ritmos altísimos.

uno-dos letal

Los ritmos, eso sí, son los que impone el Barça, que con Busquets y Pedri dirige la orquesta manteniendo los departamentos pegados y el centro de gravedad muy alto. Los blancos consiguen asomarse por las piezas de Ter Stegen solo en un par de ocasiones, obligando al alemán a realizar una exigente intervención a los 7′ (por la derecha de Valverde). Luego mucho Barça con los intentos de Ferran Torres (dos), los tiros seguros de Aubameyang y Dembélé desbaratados por los reflejos de Courtois y, entre el 29′ y el 38′, el uno-dos letal que rompe el equilibrio: primero un cabezazo Adelanto de Auba al primer palo, hijo de un centro perfecto y tenso de Dembélé, luego imperioso desprendimiento de Araujo en un córner de nuevo del francés, gracias al sueño de Alaba en el centro del área. Golpe durísimo para los blancos, que además reclaman penalti con Vinicius en una de las raras salidas ofensivas antes de irse al descanso.

naufragio blanco

En el descanso Ancelotti baraja las cartas metiendo a Camavinga, Asensio y sobre todo a Mariano, restableciendo así el tridente con punta de papel. Pero la pesadilla empeora al convertirse en una película de terror. Listo, ya, y Ferran Torres se encuentra dos veces solo ante Courtois gracias a las derrapes de la defensa madridista y la segunda implacable: derechazo al segundo palo y tercer manotazo para los blancos. Que cinco minutos después vuelve a prestar el flanco en un balón largo de Ter Stegen: parada y banco de Ferran Torres para Aubameyang y globo suave de la victoria sobre Courtois que silencia el Bernabéu.

El Barça también podría enfurecerse más aprovechando el despiste y los errores elementales de los blancos, que regalan otras tres o cuatro ocasiones claras a Ferran Torres, De Jong, Dembélé y el recién llegado Depay. Para el Real Madrid se convierte en una larga agonía hasta el pitido final, con el único consuelo de los nueve puntos de ventaja de los que aún presume en la clasificación. Pero es probable que un nocaut como el de esta noche deje secuelas.



ttn-es-14