La temporada de polen de pasto no es solo la temporada que afecta a la mayoría de las personas que padecen fiebre del heno. Es también la temporada más larga, de mayo a julio, con un período especialmente intenso en el mes de junio. Este es el resultado de la sucesiva floración de más de cien especies que juntas forman la familia de las gramíneas. Ese largo período significa muchas molestias para las personas alérgicas.
Se estima que al menos una de cada seis personas en Bélgica experimenta síntomas alérgicos cuando se exponen al polen de gramíneas. La alergia al polen es una enfermedad estacional crónica de la que la rinitis es la más común y el asma la más grave. Los síntomas típicos de una alergia al polen son: escozor, picazón, ojos llorosos y rojos, estornudos, congestión nasal, congestión de los senos paranasales, secreción nasal, dificultad para respirar, pérdida del sentido del gusto y del olfato, y picazón en la parte posterior de la boca o garganta. .
Durante este período, los pacientes alérgicos deben seguir su tratamiento básico recomendado por su alergólogo. Los pacientes de asma ciertamente no deben interrumpir su tratamiento para no aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. Además, Sciensano ofrece una serie de recomendaciones para evitar la exposición al polen, por ejemplo, mediante el uso de gafas de sol y mascarilla bucal.