Atemporal y sin cordones: el mocasín es el rey del calzado


Desde los nativos americanos hasta Michael Jackson y las marcas de lujo: un zapato suave, elegante y versátil

Mariella Baroli

19 de octubre – 9.30 h – MILÁN

Funcional y práctico, sin perder nunca su elegancia innata, el mocasín es uno de los calzados más icónicos de la historia de la moda. Su origen se remonta a las poblaciones indígenas de América del Norte, que fueron las primeras en tener la intuición de crear un zapato sin cordones, suave y cosido en los bordes, diseñado para abrazar perfectamente el pie y adaptarse a cada movimiento. Producidos en cuero o cuero, los primeros mocasines fueron diseñados para ser silenciosos y flexibles. Y protector, ya que su uso principal era acompañar a los nativos americanos durante la caza. Realizado de una sola pieza de piel suave y frecuentemente adornado con bordados o cuentas, este zapato pronto atrajo la atención de los viajeros europeos, extendiéndose por el mundo a partir del siglo XIX, también gracias a los pescadores noruegos que adoptaron una versión más resistente. Sin embargo, fue la ambición de Nils Gregoriusson Tveranger la que garantizó al mocasín un lugar en la historia. Tras combinar su experiencia, el diseño del calzado indio norteamericano y el de los tradicionales zapatos tipo mocasín que usaban los habitantes de Aurland, el zapatero creó el primer mocasín moderno. Desde allí, el zapato sin cordones se extendió rápidamente a Europa y Estados Unidos, donde GH Bass reinterpretó la forma, dando vida al modelo “Weejuns”, caracterizado por una tira de cuero cosida a la suela del zapato y un diseño de luna creciente.

en la liga de hiedra

“Originalmente fabricados y usados ​​por agricultores noruegos, y ahora usados ​​como calzado deportivo por algunos de los hombres mejor vestidos de Estados Unidos”. El reclamo publicitario aparecido en el Herald Tribune de Nueva York el 27 de mayo de 1936 pronto se hizo realidad y el mocasín pasó de ser un zapato meramente funcional a un objeto de deseo, además de parte del uniforme oficial de los estudiantes universitarios de la Ivy League. Pero el verdadero punto de inflexión se produjo en la década de 1950, cuando Gucci presentó su versión con la abrazadera dorada. El símbolo indiscutible de la maison, el Horsebit, lanzado en 1953, año en el que Gucci introdujo el calzado en sus colecciones de accesorios, encarnaba una idea revolucionaria de elegancia deportiva, informal y sensual. Evocando el estilo y la cultura de la equitación, un pasatiempo querido por los clientes de aquellos años, el mocasín pasó de ser un calzado casual a un zapato para usar incluso en contextos más formales. La discreta elegancia de la abrazadera, combinada con la refinada construcción del modelo, lo transformó en un símbolo de vestuario, asociado a un lujo sobrio pero reconocible.

estallido

Se podría pensar que solo faltaba una pieza para hacer del mocasín un verdadero ícono. Fueron necesarias algunas décadas para que el zapato se convirtiera en parte de la cultura pop, gracias a Michael Jackson y su Moonwalk. Subastados en 2018, los mocasines que llevaba el artista, que los llamó “mis zapatos mágicos”, estaban firmados por la histórica marca Sebago, famosa por su enfoque artesanal. La versatilidad del mocasín era evidente: de accesorio formal a símbolo de rebeldía y estilo personal, era capaz de transformarse según las tendencias. Fue precisamente su capacidad de adaptarse a los contextos más diversos lo que aseguró la relevancia del mocasín a lo largo de los siglos, hasta el punto de que hoy sigue siendo una pieza imprescindible en las colecciones de las principales casas y marcas de moda.

2BPCR09 Michael Jackson en concierto en Madison Square Garden, Nueva York 09/10/01 crédito: John Barrett/PhotoLink/MediaPunch

héroe

Con un volumen de búsquedas que aumenta un 25% (fuente Búsquedas de Google), el mocasín es el protagonista de las colecciones de otoño de 2024, interpretadas en diferentes almas, pasando por el savoir-faire francés de Dior Buffalo, diseñado por Kim Jones con cannage. gráficos, cabujones bordados y cuero acolchado con un toque londinense, hasta la historia exclusivamente masculina de Gucci que, celebrando el icónico Horsebit 1953, cuenta una nueva idea de virilidad que combina personalidad, originalidad y refinamiento. Asimismo, la suela Monolith de inspiración militar, ahora imprescindible de Prada, se suma a las propuestas de Valentino y Dolce&Gabbana caracterizadas por pieles extrabrillantes, perfectas para eventos más formales. Por último, Tod’s y Salvatore Ferragamo se centran en siluetas clásicas, revisitadas en clave contemporánea, sin alejarse nunca de ese concepto de lujo discreto tan popular en la moda actual.





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