Assen recibirá los cuatro complejos residenciales de tres plantas de la Agencia Nacional de Bienes Raíces. Estas 96 casas flexibles son el resultado de un acuerdo que el municipio cerró a finales del año pasado con COA, la Agencia Central para la Acogida de Solicitantes de Asilo. Assen es generosa desde hace años con la acogida de asilo. A cambio, recibirá como recompensa 96 viviendas flexibles por un valor de 12,5 millones de euros.
La condición es que Assen proporcione al menos 48 viviendas cada año, durante diez años, a los titulares del estatus. Por cierto, no necesariamente tienen que estar en el alojamiento flexible, esto también está permitido en otros lugares de Assen. Junto con la asociación de vivienda Actium, el municipio ideó el distrito flexible de 150 casas, en el que la asociación suministra 54 casas flexibles. Se trata de casas de planta baja. Assen cree que con este proyecto se creará rápidamente más espacio en el mercado inmobiliario, ya que existe una enorme lista de espera para propiedades en alquiler.
Las 96 viviendas flexibles del gobierno deberán estar ocupadas antes del 1 de enero, según se acordó. Por eso Assen está apurando el trabajo. Pronto se deberán poner los cimientos de los cuatro edificios residenciales. Esto también es posible, afirma un portavoz municipal, a pesar de las objeciones al plan flexible. “La propuesta del Consejo adoptada establece que las objeciones no tienen efecto suspensivo, por lo que el trabajo puede continuar.” El plan es que los cuatro edificios residenciales estén terminados en octubre o noviembre.
Mientras tanto, el grupo empresarial baraja varias acciones para frenar el distrito flexible que critican. Se está formulando una segunda objeción. Se trata del elevado número de 150 casas. Además, una pareja de empresarios quiere acudir a los tribunales con el objetivo de detener la construcción.