“Tal vez todos aquí ya han perdido a alguien. Yo tres personas a la vez. De una manera terrible”, dice Jasmijn Cappon (51). “Todavía me siento culpable hoy”. Porque pidió a sus padres que fueran a verla a su casa, donde estaba Alexander Dean. “La gente dice que mejorará. Pero eso no está bien”.
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