Promover y fomentar la democracia económica y la participación gerencial, financiera, organizativa y consultiva de los trabajadores en las empresas para implementar plenamente el artículo 46 de la Constitución. Todo a través de acuerdos contractuales entre sindicatos y empresas en materias que van desde la información a los trabajadores hasta la codecisión en la organización del trabajo, desde la participación en los beneficios hasta la participación en el capital de la empresa, hasta el ingreso de los representantes de los trabajadores en los consejos de administración o Vigilancia de empresas. La difusión de estos modelos participativos podría verse favorecida por incentivos fiscales para empleados y empresas.
Estos son algunos de los puntos calificativos del proyecto de ley de iniciativa popular “Participación en el Trabajo” impulsado por el cisl quien entregó al Parlamento el artículo que consta de 22 artículos, divididos en 9 capítulos, acompañado de alrededor de 400 mil firmas que fueron recogidas por el sindicato liderado por Luigi Sbarra. La ambición es “cambiar profundamente el modelo económico”, a través de una relación diferente entre los trabajadores y las empresas públicas y privadas.
El ingreso de representantes de los trabajadores en los consejos de administración o de vigilancia
En lugar de establecer obligaciones jurídicas, la propuesta pretende mejorar los acuerdos contractuales, desde la simple información a los trabajadores hasta la codecisión sobre la organización del trabajo, desde la participación en los beneficios hasta la participación en el capital de las empresas, hasta la entrada de los representantes de los trabajadores en los consejos de administración o supervisión de las empresas, siguiendo el modelo de las experiencias del norte de Europa, en particular las alemanas, donde la adopción de modelos participativos representa un punto fuerte en las relaciones laborales.
Ampliar las mejores prácticas de las empresas italianas
El proyecto de ley de la CISL cita al menos 40 ejemplos de grupos grandes y medianos – de Luxottica a Piaggio y Leroy Merlin – donde se han consolidado las más diversas experiencias de participación negociada entre sindicatos y empresarios, que la CISL quiere ampliar y generalizar. Una vez definidos los distintos tipos de participación (directiva, económico-financiera, organizativa y consultiva), la propuesta explica cómo se pueden concretar estas diferentes formas, empezando por la entrada de los representantes de los trabajadores en los consejos de vigilancia de las empresas que adoptan el sistema dualista. gobierno y participación en el consejo de administración de las empresas sobre la base de los métodos establecidos en los contratos. En ambos casos, no existen obligaciones para las empresas privadas de adherirse a este modelo, además se espera que las empresas públicas “deban integrar el Consejo de Administración con al menos un director designado por los empleados”.
Cupón del 5% sobre beneficios empresariales distribuidos dentro de 10 mil euros de valor
Se regula la cuestión del reparto de los beneficios de la empresa a los asalariados, previendo un impuesto sustitutivo sobre estas rentas del 5% con el límite de 10.000 euros brutos anuales. Se regula el instrumento de participación de los “planes accionariales”, con la atribución, con carácter voluntario, a los empleados de instrumentos financieros para la propiedad de acciones del capital social. En el ordenamiento jurídico italiano se introduce una institución muy extendida en el derecho anglosajón, el llamado voto trust, aquí denominado “Acuerdo de fideicomiso para la gestión colectiva de los derechos derivados de la participación financiera”. Se trata de un fideicomiso, un fondo fiduciario, al que los trabajadores pueden confiar sus acciones para que sean “pesadas” en las votaciones en las asambleas de empresa.