Del banquillo al escritorio, donde no cometió ni un solo error. Así el técnico devolvió a los Celtics a la cima del mundo
«Yo no hice nada, ellos hicieron todo. Yo estaba sentado allí (en las gradas del Garden) comiendo palomitas y viéndolos jugar». El artífice del triunfo de los Boston Celtics, campeones de la NBA en 2024, Brad Stevens, primer entrenador, no se desanima ni siquiera en el mejor día. Como «extra» sólo se permite llevar el sombrero al revés, sonríe y habla con remilgo. Sus defensores, sin embargo, saben que hay más detrás de la apariencia de un profesor amigable: Jrue Holiday le dice: «Gracias por traerme aquí». Y él la abraza. Para Stevens, es tan bueno como levantar el Trofeo Larry O’Brien.