Por Michael Sauerbier
Poco después de la pomposa inauguración, el polipasto del nuevo barco de Brandeburgo se cerró de nuevo. Un defecto técnico fue el culpable.
El viernes por la tarde, un barco de pasajeros quedó atascado en el canal de elevación a mitad de camino. Los pasajeros tuvieron que salir. El vapor solo se pudo bajar al puerto exterior de Oder después de una hora y media.
La reparación del ascensor del barco, que costó 520 millones de euros, se prolongó hasta la mañana del lunes. Todos los barcos tuvieron que cambiar al antiguo ascensor a partir de 1934.
No es la primera avería, a pesar de una larga prueba. La apertura estaba prevista originalmente para 2014. “Durante la fase de puesta en marcha, siempre puede haber fallas”, admitió Ralf Dietrich de la Oficina de Nueva Construcción de Waterways, principalmente con la electrónica.
El sistema funcionó sin problemas el martes. Justo a tiempo para la visita del gobierno estatal de Brandeburgo.