Los embalses del lago Mead y del lago Powell, que contienen agua del río Colorado, se encuentran en sus niveles más bajos desde que se construyeron los embalses en 1935 y 1963, respectivamente. Colectivamente, solo se llenan al 28 por ciento de su capacidad total. Siete estados de EE. UU. y el norte de México dependen del río para el suministro de agua potable y la agricultura.
Arizona puede tomar un 21 por ciento menos de agua del lago Mead, Nevada, para 2023. México debe reducir su consumo de agua del río en un 7 por ciento. «El sistema está llegando a un punto de inflexión», dijo un empleado del ministerio responsable durante una conferencia de prensa el martes. “Sin acción, no podemos proteger el sistema y los millones de estadounidenses que dependen de este recurso crítico”.
California tiene derechos de agua más antiguos que los otros estados y, por lo tanto, no tiene que ceder por el momento. Sin embargo, el sector agrícola del estado, que produce un tercio de las verduras y dos tercios de las frutas y nueces que se consumen en el país, teme que en el futuro sean necesarias más restricciones de agua. Los granjeros en Arizona ya están siendo golpeados por las restricciones, señalando el hecho de que cultivan el 90 por ciento de la lechuga que se usa en los EE. UU. durante el invierno.