Argumentos violentos y lágrimas en ‘Mr. Frank Visser hace una declaración’

Anneke y Gerda son vecinas desde 2011 y siempre se llevaron bien. Incluso comenzaron un club de juegos para solteros y, a menudo, jugaban juntos a su juego favorito, Hombre, no te enfades. Pero, irónicamente, las ex novias han estado enfadadas entre sí durante dos años.

sentimiento atrapado

¿Causa? La llegada del invernadero de cristal de Gerda, que había construido junto con su nuevo novio. La cosa le causaría serias molestias a Anneke. “La vista espacial se ha ido casi por completo”, le dice al presentador Viktor Brand, casi llorando. “Simplemente me siento atrapado. Casi me da claustrofobia”. Además, el conservatorio provocaría inundaciones y menos sol. A pesar de todo esto, Anneke también admite que extraña su amistad con Gerda.

sí No

Demuestra una vez más que siempre hay dos lados en una historia. Gerda le dice a Viktor que le mostró a su ex amiga los dibujos del conservatorio antes de la construcción. Algo que, según Anneke, es todo menos cierto. Según ella, Gerda solo mencionó brevemente la llegada del conservatorio en una conversación.

Se fue de las manos

Gerda también le dice a Viktor que el conservatorio no es el único problema en la vida de Anneke. “Ella nunca está realmente satisfecha. Ni siquiera con toda su vida, y luego te metes en problemas”. Según ella, Anneke maldijo al personal de mantenimiento durante la construcción del conservatorio.

Cuando Gerda más tarde fue a buscar una historia de su amiga, las cosas se salieron completamente de control. “Entonces ella dijo: ‘Ojalá te cayeras muerto aquí mismo’. Entonces no dije una palabra más, ni una letra. Me alejé y pensé: ya ves. Pero he estado llorando en casa, ¿sabes?

Cuando Anneke escucha esto, se echa a llorar. “No, no dije esto. Dije que era antisocial y solapada”.

Pronunciación

Antes de la demanda, el Sr. Frank Visser repasa una vez más las historias de ambos vecinos. ¿Su pronunciación? El conservatorio de Gerda no provocaría inundaciones. Desde un punto de vista legal, Anneke tampoco tiene «derecho a una vista despejada oa la plena luz del sol desde su terraza».

Aún así, el invernadero tiene que irse. De acuerdo con la normativa de edificación aplicable, no debería haberse construido sin una licencia ambiental. Sin embargo, Gerda y su novio pueden intentar solicitar un permiso del municipio con efecto retroactivo. “Pero tengo que ser honesto: tengo la cabeza dura al respecto”, concluye el Sr. Frank Visser.

Gerda y su novio tienen seis semanas para iniciar el proceso de legalización. Si no lo hacen, se arriesgan a una multa de hasta 10.000 euros, a pagar a Anneke. ¿Anneke está contenta con esta decisión? “Preferiría haber tenido los resultados hoy”.

Puedes ver cómo en el siguiente vídeo Wieke, columnista de Libelle pelea con las personas sobre las que escribe.

Fuente: Bulevar RTL



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