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Un tribunal de Londres rechazó la apelación de Argentina sobre un fallo que lo dejó frente a un pago de 1.500 millones de dólares a cuatro fondos de cobertura que compraron sus valores vinculados al PIB, en un golpe al gobierno del presidente libertario Javier Milei, con problemas de liquidez.
En 2013, Argentina cambió la forma en que calcula el PIB, lo que, según argumentó, significaba que no necesitaba pagar intereses sobre los títulos denominados en euros (emitidos entre 2005 y 2010 como parte de una reestructuración de la deuda) que estaban vinculados al crecimiento del PIB.
Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group y Virtual Emerald International Limited, que poseen alrededor del 48 por ciento de los valores y que, como muchos bonos de mercados emergentes, se rigen por la ley inglesa, entablaron un caso contra Argentina en 2019 pidiendo ser compensados por su pérdidas y el tribunal falló a su favor en 2023.
La economía argentina se encuentra en lo más profundo de una grave crisis económica, con una inflación cercana al 300 por ciento, reservas de divisas peligrosamente bajas y miles de millones de dólares en pagos a acreedores extranjeros en ciernes. Los abogados del país habían argumentado que pagar a los fondos de cobertura afectaría su capacidad para pagar sus otras deudas y causaría “daño al pueblo de Argentina”.
Buenos Aires ha enfrentado una serie de desafíos legales por parte de ex inversionistas, incluidos varios que datan del gobierno de 2007-2015 de la presidenta izquierdista Cristina Fernández de Kirchner. El año pasado, un tribunal de Nueva York dictaminó que Argentina estaba obligada a pagar 16 mil millones de dólares a dos ex accionistas de la compañía estatal de energía YPF, que fue renacionalizada en 2012, el fallo más grande jamás dictado contra un soberano en un tribunal de Nueva York.
Sebastián Maril, director de la consultora Latam Advisors que ha seguido de cerca los litigios de Argentina en el extranjero, dijo que el fallo del miércoles era “una prueba de que la estrategia legal de Argentina no está funcionando”.
“Casi siempre hemos perdido estos casos, y seguir apelando y retrasando es desperdiciar dinero y permitir que se acumulen intereses y costos legales”, dijo.
En abril, un tribunal de Nueva York falló contra los demandantes en un caso similar relacionado con los valores argentinos vinculados al PIB denominados en dólares, diciendo que no habían cumplido con los pasos para presentar un caso de este tipo establecidos en los contratos de bonos. Los demandantes están apelando.
A principios de este año, como condición de su apelación, Argentina depositó 310 millones de euros que se mantendrán en depósito en garantía a la espera del fallo del tribunal de Londres.
Es poco probable que Argentina pueda pagar la totalidad de la sentencia (por un valor de 1.330 millones de euros más intereses) en el corto plazo. Sus reservas de divisas, excluyendo pasivos, rondan el cero, incluso después de meses de esfuerzos por parte del nuevo gobierno para aumentarlas.
“El gobierno debería sentarse con todos sus acreedores judiciales para negociar un acuerdo macro con ellos”, dijo Maril. “No pagar ahora, porque es muy difícil hacerlo, sino acordar un cronograma para pagar en el futuro”.