ArcelorMittal ha probado con éxito el uso de hidrógeno verde para reducir el mineral de hierro en uno de sus sitios industriales en Canadá, en lo que, según la segunda siderúrgica más grande del mundo, es un hito para la industria.
Los ingenieros de las operaciones de la compañía en Contrecoeur en Quebec reemplazaron alrededor del 7 por ciento del gas natural que se usa normalmente para reducir el mineral de hierro con hidrógeno hecho a partir de electricidad renovable durante la prueba de 24 horas a principios de este mes. Arcelor se asoció con un productor local de hidrógeno que utiliza electricidad de la red de Quebec, que funciona con energía hidroeléctrica renovable, para obtener el gas.
“Para nosotros esto es un hito. . . La primera prueba industrial realizada en un entorno industrial”, dijo Francois Perras, director ejecutivo del negocio de productos largos de Arcelor Canadá.
La iniciativa marca otro paso en el esfuerzo global para mejorar las credenciales ecológicas de una industria que representa del 7 al 9 por ciento de todas las emisiones directas de combustibles fósiles. Algunas de las mayores siderúrgicas del mundo, incluidas ArcelorMittal, Thyssenkrupp y la china Baowu, han lanzado varias iniciativas para reducir su huella de carbono.
La fabricación de acero es altamente intensiva en carbono. Los altos hornos tradicionales utilizan carbón coquizable para fundir el mineral de hierro y eliminar el oxígeno. Un subproducto de esta reacción química es el dióxido de carbono, mientras que también se requieren grandes cantidades de energía para calentar los hornos por encima de los 1000 °C.
Una ruta alternativa es el hierro de reducción directa, mediante el cual se usa gas natural para eliminar el oxígeno de los gránulos de mineral de hierro. El intermedio sólido, llamado esponja de hierro, se funde luego en un horno de arco eléctrico. Actualmente, el proceso requiere gas natural, pero los expertos de la industria creen que una vez que se aumente el uso de hidrógeno a partir de fuentes renovables, podría marcar una revolución en la fabricación de acero. SSAB de Suecia está a la vanguardia de tales esfuerzos, produciendo acero libre de combustibles fósiles utilizando gas hidrógeno el año pasado.
La prueba canadiense de Arcelor, dijo Perras, se centró en demostrar que la inyección de hidrógeno es una “buena parte de la solución” para las plantas de reducción directa. “Tener esta tecnología probada y eventualmente escalarla a niveles más altos podría ser una gran parte del rompecabezas para descarbonizar nuestra industria”.
La empresa con sede en Luxemburgo ha invertido hasta ahora 5600 millones de dólares en cuatro proyectos de este tipo, en España, Bélgica, Canadá y Francia. En Europa, Arcelor se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO2 en un 35 por ciento para 2030.
Perras dijo que la compañía necesitaría hacer un seguimiento con más pruebas, pero advirtió que aún existían numerosos desafíos, entre ellos los grandes volúmenes de hidrógeno que se necesitarían. Arcelor utilizó 92.000 metros cúbicos de hidrógeno verde durante el período de prueba.