Unos cuatro meses antes del Mundial de fútbol de Qatar, un árbitro de la FIFA hizo pública su homosexualidad. Un paso notable considerando cómo el estado del Golfo está tratando con la comunidad LGBTQ.
El árbitro brasileño de la FIFA Igor Benevenuto ha hecho pública su homosexualidad. En un episodio del podcast. “Nos Armarios dos Vestiarios” (por ejemplo, en los casilleros de los vestuarios) del grupo Globo, el jugador de 41 años también criticó la homofobia y el machismo en el fútbol y en su tierra natal sudamericana.
El brasileño está en la lista de videoárbitros de la Asociación Mundial de Fútbol para 2022. “Me he pasado la vida sacrificándome para protegerme de la violencia física y emocional de la homofobia”dijo Benevenuto.
Rumores, hostilidades, amenazas
Debido a que el fútbol se considera cosa de hombres, pudo ocultar su sexualidad en el deporte. Debido a los rumores al respecto, también fue insultado de manera homofóbica en los juegos por parte de los fanáticos y los gerentes del club.
En Brasil, donde más gays son asesinados en el mundo, también tiene que lidiar con el miedo a morir. “No se trata solo de prejuicios, se trata de la muerte”, subrayó Benevenuto. Pero ahora quiere liberarse: “Quiero poder tener relaciones, quiero ser un árbitro en paz”.
FIFA promete apertura, Qatar realmente no contradice
Si Benevenuto es nominado por la FIFA como árbitro de video para la Copa del Mundo de 2022, eso podría convertirse en un problema para el brasileño en el país anfitrión. Los actos homosexuales son punibles en Qatar. Los castigos incluyen la flagelación, el encarcelamiento o incluso la pena de muerte, aunque esta última aún no se ha llevado a cabo, al menos según las conclusiones de las organizaciones de derechos humanos.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, enfatizó en mayo: “Todos verán que todos son bienvenidos aquí en Qatar, incluso si estamos hablando de LGBTQ+.Cuando se le preguntó, la FIFA volvió a afirmar que las banderas del arco iris estaban permitidas en el estadio.
Todavía no se puede prever cuánta tolerancia mostrarán los anfitriones de la Copa del Mundo a los visitantes y participantes del torneo.