Aquel domingo de locura ordinaria en el Cibali: tiros en las esquinas, un muerto. El asesino fue…

12 de junio de 1983, última jornada del campeonato de la Serie B: se juega el Catania-Perugia. Poco antes del partido, sin embargo, la tragedia. Un hombre dispara contra la multitud y mata a Lorenzo Marino e hiere a una treintena con su fusil. El asesino fue…

Lorenzo Marino muere sin darse cuenta, alcanzado en la cabeza por un balazo. Está sentado con sus amigos en la Curva Sud de Cibali, ahí es donde suele ir y también fue este domingo soleado, tan lleno de expectativas: el Catania -su Catania- lucha por la Serie A.



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