Apretar tipos y déficit cuestan 84.100 millones en tres años


¿Cuál es el eslabón débil de la economía europea? «Italia», respondieron casi unánimemente los expertos consultados por el Financial Times. Unos pocos números bastan para explicar las razones de tal armonía, y las razones de la creciente presión que se siente en Italia ante la perspectiva de una nueva subida de tipos por parte del BCE. Los números, como siempre, son los de la deuda pública.

Italia, explica las Directrices de gestión de la deuda pública de 2023 elaboradas por el Tesoro, tendrá que emitir valores a medio-largo plazo de entre 310 y 320 mil millones de liras en los próximos 12 meses. La previsión contempla el desembolso puntual de las cuotas previstas para la Recuperación (los 55 objetivos para el segundo semestre de 2022 están ahora en estudio por parte de las autoridades comunitarias junto con la carta solicitando el visto bueno para la tercera cuota del Pnrr), sin que el cantidad de BTP este año podría ascender a alrededor de 350 mil millones de euros. Es decir, aún más lejos de los 278.000 millones de euros colocados en 2022. Considerando también los Bonos del Tesoro y otros valores a corto plazo, el nivel máximo de emisiones definido por la ley de presupuestos se sitúa en 510.000 millones: 86 más que el total de 424.000 millones del año pasado. .

El fin de la deuda libre

Todo esto sucede mientras la era de (aparentemente) deuda libre finalmente ha terminado. Los BTP de 2022 registraron un coste medio de emisión del 1,71%, es decir, más de 17 veces el mínimo histórico del 0,1% (en 2020 fue del 0,59%). Para encontrar un nivel superior hay que remontarse al 2,08% de 2013, en Italia que acababa de salir del apuro de la crisis de la deuda soberana que a finales de 2011 derivó en la crisis del gobierno de Berlusconi y las medidas de emergencia iniciado por el ejecutivo Monti con la introducción del Imu, la reforma de las pensiones de Fornero, etc.

En los últimos meses, esta dinámica ha obligado a continuas actualizaciones al alza en los cálculos del peso de los intereses sobre nuestro presupuesto público. En 2023-2025, según el Def aprobado el pasado abril por el gobierno de Draghi, Italia habría tenido que pagar 186.066 millones en intereses. En los cuadros adjuntos a la ley de Presupuestos, que también se basa en más de 21.000 millones de déficit adicional respecto a la tendencia, la factura del mismo trienio asciende en cambio a 270.207 millones, con un incremento del 45,2% que en términos nominales vale 19.400 millones en 2023, 30 en 2024 y 34,7 en 2025.

Escenario inflacionario y alza de tasas

Para entender la magnitud del problema, y ​​el tamaño del espacio fiscal que se cierra con la avalancha del gasto de intereses, basta considerar que este costo adicional cuadriplica los fondos asignados por la maniobra de reducción de la cuña fiscal recién en 2023 , mientras que si nos fijamos en 2024 y 2025, el ratio sube a seis y siete veces respectivamente.



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