Apple está impugnando el estatus de guardián de la App Store en virtud de la Ley de Mercados Digitales (DMA). Según la marca Apple, a su tienda de aplicaciones no se le puede dar un estándar tan alto porque está dividida en cinco unidades muy diferenciadas.
Apple explica que tiene cinco App Stores, no sólo una
La DMA tiene como objetivo combatir las prácticas anticompetitivas dentro de la Unión Europea (UE), para garantizar un ecosistema competitivo saludable para las pequeñas empresas. Para ello, el texto prevé un estatus específico para las plataformas consideradas como “ controladores de acceso “, es decir “ inevitable para realizar actividades en línea en la UE » y representando una puerta de entrada “ bien establecido » entre consumidores y empresas.
Actualmente, la legislación afecta a veintidós servicios pertenecientes a seis empresas, la App Store es uno de ellos. A partir del 6 de marzo, tendrán que cumplir muchas normas adicionales dentro de la UE. Por ejemplo, Apple tendrá que garantizar la interoperabilidad de su tienda de aplicaciones con la competencia. Las empresas que no cumplan con la DMA se arriesgarán a sufrir sanciones récord.
La marca Apple no está de acuerdo con las conclusiones de los reguladores. En recurso presentado ante el Tribunal General de la UE señala que la Comisión Europea cometió “ errores materiales de hecho al concluir que las cinco App Stores del solicitante constituyen un servicio de plataforma única “.
El gigante americano estima que no opera sólo un servicio sino cinco: en iPhone, iPad, Mac, Apple Watch y Apple TV.
Disputas al otro lado del Atlántico
Apple también habló sobre iMessage, cuyo servicio de mensajería está bajo intensa investigación para determinar si cae dentro del alcance de la DMA. Explica que no se trata de un servicio de comunicación interpersonal que no esté basado en la numeración, situación que dio lugar a la investigación de los reguladores europeos.
La empresa de Cupertino no es la única que cuestiona la nueva legislación de la UE. Amazon también se opuso a su nombramiento como importante plataforma en línea en virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA). Si con estos dos textos los responsables europeos quieren posicionarse como pioneros en la regulación de los gigantes tecnológicos, algunos grupos objetivo intentan por todos los medios escapar de ellos.
La DMA y la DSA también han sido blanco de críticas al otro lado del Atlántico, y los funcionarios electos creen que amenazan directamente el liderazgo tecnológico de Estados Unidos.