Ya quedó claro el viernes que los logopedas se opusieron masivamente al nuevo convenio, en el que no se atendió a su petición de subir la tarifa estándar a 33,40 euros por consulta de al menos 30 minutos. Ahora quedó claro que apenas el 40,49 por ciento ha respaldado la nueva convención. Esto significa que el 59,51 por ciento es no convencional y, por lo tanto, puede determinar las tarifas por sí mismo.
Si menos del sesenta por ciento está de acuerdo con una convención, se rechaza. Ese es ahora el caso por primera vez. Lo que se debe hacer ahora aún no está claro. “Entonces la pelota vuelve a estar en el campo de la política”, dijo anteriormente Stefaan Lefevere, subdirector de la VVL. “Entonces pueden renegociar una nueva convención o el gobierno puede establecer una tasa máxima”. Esa tarifa máxima solo se aplica a los logopedas contratados, aquellos que no lo hicieron pueden todavía determinar sus tarifas libremente.