Apelación en caso de asesinato de Marcel Hoogerbrugge ha comenzado

La refugiada sudanesa Hala E., que llegó a los Países Bajos en la década de 1990, era amiga de Hoogerbrugge y fue una de las pocas que lo visitó. Aunque se mudó a Luton en Inglaterra en 2011, cruzaba regularmente el extranjero para visitar el Hoogevener.

Al sentenciar a E., el tribunal basó su condena en varios hallazgos que arrojan dudas sobre su inocencia. Por ejemplo, se encontraron rastros de ADN y huellas dactilares de E en vasos en el lavavajillas. Los vasos también contenían restos de medicamentos, como tranquilizantes, antidepresivos y antipsicóticos, que también se encontraron en el cuerpo de Hoogerbrugge. Suficiente para poner a alguien en coma. A un antiguo conocido suyo de Meppel le robaron los mismos medicamentos durante ese período.



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